El 31 de enero de cumple la desvinculación laboral de Jaime Ramírez Cobo, asesor del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) quien presento su carta de renuncia hace aproximadamente tres semanas.
Ramírez Cobo, que ha sido un actor clave dentro del Gobierno y cercano a Sarabia, dejará su cargo este viernes, 31 de enero, en medio de un escándalo que involucra millonarios contratos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).
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Jaime Ramírez Cobo ha sido señalado en diversas investigaciones que lo vinculan con la adjudicación de contratos por 92 mil millones de pesos en varios municipios del país, incluyendo Carmen de Bolívar, Cotorra y Saravena.
De acuerdo con información obtenida por Blu Radio, su participación en estos procesos se ha puesto en entredicho debido a una serie de conversaciones en chats comprometedores con funcionarios de la Ungrd.
Su relación con Laura Sarabia ha sido un elemento determinante en el desarrollo de este escándalo. Sarabia, que recientemente reemplazó a Luis Gilberto Murillo en la Cancillería, ha tomado distancia de su antiguo aliado.
Este movimiento ha sido interpretado por analistas políticos como una estrategia para blindar su gestión y evitar mayores señalamientos que puedan afectar su nuevo cargo.
Investigaciones y repercusiones
La Fiscalía General de la Nación está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre la presunta corrupción en la Ungrd y ha identificado a Jaime Ramírez Cobo como una figura clave.
En el marco de este proceso, la entidad le ha ofrecido un principio de oportunidad que podría permitirle beneficios procesales a cambio de colaborar con la justicia. Entre las condiciones de este acuerdo, se contempla la posibilidad de brindarle protección e incluso facilitar su salida del país.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que la Fiscalía está interesada en obtener más información sobre la presunta participación de otros altos funcionarios en estos contratos, en particular sobre los nombres de Ricardo Bonilla y el exministro del Interior, Alfonso Prada.
Según los investigadores, Cobo podría poseer datos clave que ayudarían a esclarecer la magnitud de las irregularidades en la Ungrd.
La salida de Jaime Ramírez Cobo se suma a la lista de movimientos en el gabinete del presidente Gustavo Petro, quien ha enfrentado una serie de dificultades con funcionarios investigados por casos de corrupción.
Esta decisión representa una pérdida de confianza en uno de los hombres cercanos a Sarabia y muestra la tensión interna en el Gobierno para desvincularse de estos escándalos.
El impacto de este caso podría ir más allá de la simple renuncia de un asesor. La decisión de Ramírez Cobo de aceptar o rechazar el principio de oportunidad definirá el rumbo de la investigación y podría comprometer a otras figuras del Gobierno.
Si acepta colaborar con la Fiscalía, podría proporcionar pruebas determinantes para el esclarecimiento del escándalo, lo que podría afectar significativamente a la administración Petro.
Diversos sectores políticos han reaccionado ante la salida de Ramírez Cobo. Mientras que algunos consideran que la solicitud de renuncia es una estrategia de Sarabia para desligarse de la investigación, otros creen que es una acción necesaria para garantizar la transparencia en su nueva gestión como canciller. Sin embargo, la oposición ha criticado la manera en que el Gobierno ha manejado el escándalo, señalando que el problema radica en la falta de controles y en la reiterada aparición de casos de corrupción dentro de la administración Petro.
En medio de este panorama, la Fiscalía continuará con las investigaciones, mientras que el Gobierno buscará mantener la estabilidad política en un contexto de creciente escrutinio público. La próxima decisión de Jaime Ramírez Cobo podría ser determinante no solo para su futuro, sino para el rumbo de la política nacional en los próximos meses.