El Chocoramo, un popular pastelito colombiano, se convirtió en un indicador no oficial para medir el impacto de la inflación en el país. Dicho producto, que forma parte de la dieta cotidiana de muchos colombianos, evidencia cómo el aumento de precios afecta el poder adquisitivo, en especial. para quienes perciben el salario mínimo ($1.423.500 en 2025). En 2017, con un salario mínimo, era posible adquirir 614 unidades de este producto; Sin embargo, en 2025, esa cifra disminuyó a 527, a pesar de los incrementos nominales en los ingresos.
Es de anotar que, el precio de este pasó de $1.200 en 2017 a un promedio de $2.700 en 2025. El aumento refleja no solo el impacto de la inflación, sino también la implementación de políticas como el impuesto saludable, incluido en la reforma tributaria de 2022, que desde noviembre de 2023 gravó productos ultraprocesados, incluyendo este comestible.
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Dicho impuesto, diseñado para desincentivar el consumo de alimentos considerados poco saludables, contribuyó a un alza en el precio del producto, que pasó de $2.400 a $2.640 tras la entrada en vigor de la medida, alcanzando su precio actual en enero de 2025.
Impacto de la inflación en el poder adquisitivo
La inflación, definida como el aumento generalizado de los precios de bienes y servicios, es un factor determinante en la reducción del poder adquisitivo en Colombia. Aunque el salario mínimo creció en términos nominales, pasando de $737.717 en 2017 a $1.423.500 en 2025, este incremento no resultó suficiente para compensar el alza en los precios. Esto significa, según un informe de 360 Radio, que, aunque los trabajadores reciben más dinero, pueden adquirir menos bienes y servicios con él.
En un análisis de Skandia se comparó los años 2018 y 2023, lo que mostró resultados similares. En 2018, con un salario mínimo de $781.242, era posible comprar 600 Chocorramos, mientras que en 2023, con un ingreso de $1.160.000, solo se podían adquirir 527 unidades. El fenómeno ilustra cómo la inflación erosiona el poder adquisitivo, lo que afecta, en especial, a los sectores más vulnerables de la población.
Impuesto saludable y efecto en los precios
Desde noviembre de 2023, el Gobierno colombiano implementó el impuesto saludable, una medida que busca reducir el consumo de productos ultraprocesados y con alto contenido de azúcar. Entre los productos gravados se encuentran las gaseosas, jugos artificiales, dulces, paquetes y el Chocoramo. La política tiene un impacto directo en el precio de estos productos, que experimentaron incrementos importantes desde su entrada en vigor.
En el caso del Chocoramo, el precio pasó de $2.400 a $2.640 tras la implementación del impuesto, y en la actualidad se encuentra en un promedio de $2.700 en tiendas y supermercados. Aunque la medida tiene como objetivo promover hábitos alimenticios más saludables, también generó críticas debido al impacto en el bolsillo de los consumidores, en especial, de aquellos con ingresos limitados.
El salario mínimo en 2025: ajustes y cifras clave
El presidente Gustavo Petro anunció, el 24 de diciembre, un incremento del 9,54% en el salario mínimo para 2025, lo que representa un aumento de $123.500 respecto a 2024. Así las cosas, el sueldo básico quedó establecido en $1.423.500, al que se suma un auxilio de transporte de $200.000, alcanzando un total de $1.623.500.
Además, el salario integral, una modalidad destinada a trabajadores que perciben más de diez salarios mínimos mensuales legales vigentes, se fijó en $18.505.500 para 2025. Este tipo de salario incluye no solo el pago ordinario, sino también un componente adicional destinado a cubrir prestaciones sociales, lo que lo convierte en una opción específica para ciertos sectores laborales.
Indicador económico no oficial
El caso del Chocoramo trascendió su condición de producto alimenticio para convertirse en un símbolo del impacto de la inflación en la economía colombiana. Su precio, que aumentó más del doble en menos de una década, refleja las dificultades que enfrentan los consumidores para mantener su poder adquisitivo frente al aumento constante de los precios.
Dicho fenómeno no solo afecta a quienes perciben el salario mínimo, sino también a amplios sectores de la población que ven cómo su capacidad de compra se reduce con el tiempo.
Así las cosas, dicho alimento se convirtió en una herramienta práctica para entender cómo la inflación afecta la vida cotidiana de los colombianos, ofreciendo una perspectiva tangible sobre un fenómeno económico que, aunque abstracto en su definición, tiene consecuencias muy reales para millones de personas. .