El 29 de enero de 2025, en el Palacio de Nariño, el presidente Gustavo Petro Urrego oficializó el nombramiento de Laura Sarabia como nueva ministra de Relaciones Exteriores de Colombia Durante la ceremonia, el mandatario defendió su decisión, al destacar la trayectoria y capacidades de su mano derecha para asumir este rol en un momento crucial para la diplomacia colombiana, por lo que de esta manera, respondió a quienes han cuestionado su idoneidad para el cargo.
Laura Sarabia, oriunda de Bogotá, es profesional en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos por la Universidad Militar Nueva Granada. Cuenta con una especialización en Marketing Político y Estrategias de Campaña, así como una maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia. Además, realizó el curso de Orientación en Seguridad de Defensa Nacional en la Escuela Superior de Guerra.
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El presidente Petro hizo énfasis en la importancia de la labor que tendrá Sarabia en el ámbito internacional, al señalar que su gestión será clave para fortalecer la presencia de Colombia en foros multilaterales y en la defensa de la agenda política del Gobierno: “Y usted, ministra (Laura Sarabia), joven, dicen que sin experiencia, ¿Quién tiene experiencia en estas luchas? Le toca afrontar la tarea de llevar la voz de Colombia”
Petro indicó: “(...) Entonces, esa es una bonita tarea: olvidarse de espejuelos, de vidas cómodas y alegres del mundo de las codicias y entrar a esta batalla fundamental de la humanidad, que yo quiero, en el año y medio que me queda y lo que me quede después, vibrar. Porque no salgo de esta lucha. No se llama reelección, se llama mantenerse en el combate por la vida y la libertad de los seres humanos”.
Uno de los retos más inmediatos para la nueva canciller será la gestión de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, en especial con las políticas migratorias de Donald Trump, desde la Casa Blanca. En este contexto, se espera que Sarabia encabece la estrategia para garantizar la estabilidad en la cooperación bilateral y en los acuerdos comerciales que sostienen ambos países, luego de la crisis entre ambas naciones que inició Gustavo Petro.
Con este nombramiento, el Gobierno de Petro apuesta por una figura de confianza en un momento crucial para la política exterior colombiana, reafirmando su intención de mantener una línea de continuidad en la defensa de sus principios en el escenario internacional. La labor de Sarabia será observada de cerca, tanto por aliados como por críticos, en un entorno donde cada decisión diplomática tendrá implicaciones significativas para el país.
La designación de Sarabia provocó debate debido a su papel en el Gobierno y los antecedentes que marcaron su trayectoria. Desde el inicio del mandato en agosto de 2022, asumió el cargo de jefa de gabinete, desempeñándose como una de las personas de mayor confianza del presidente; sin embargo, su gestión se vio envuelta en controversias debido a que su nombre estuvo vinculado a la controversia por el caso de su exempleada Marelbys Meza, que denunció haber sido sometida a una prueba de polígrafo en circunstancias irregulares tras el robo de una maleta con dinero. A pesar de estos señalamientos, la alta funcionaria mantuvo una posición cercana al presidente y escaló en distintas funciones dentro de su administración.
A pesar de que se especuló sobre su posible salida del Gobierno, esto no ocurrió. Posteriormente, asumió la dirección del Departamento de Prosperidad Social (DPS), aunque su permanencia en esta entidad fue breve. Luego, volvió a ocupar un cargo clave dentro del Ejecutivo al ser designada como directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), consolidándose nuevamente como una figura cercana al mandatario.
Aunque se pensaba que su trayectoria en el Gobierno concluiría allí, el presidente Petro le asignó la dirección del Ministerio de Relaciones Exteriores, como se mencionaba anteriormente.