El exfuncionario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) Ómar Ambuila admitió su culpabilidad en un caso de lavado de dinero vinculado al narcotráfico en Estados Unidos.
Según el medio AP, durante el segundo día de su juicio en una corte federal en Tampa, Florida, en Estados Unidos, el exfuncionario aceptó el cargo de “asociación delictuosa para lavar dinero”, lo que podría derivar en una condena de hasta 20 años de prisión. La sentencia está programada para abril de este año.
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Las autoridades estadounidenses afirman que Ambuila desvió más de un millón de dólares obtenidos de actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico. Parte de estos fondos se usaron para financiar el lujoso estilo de vida de su hija, Jenny Ambuila, quien exhibía en redes sociales autos deportivos y accesorios de diseñador en Estados Unidos.
El caso contra Ambuila se originó en marzo de 2019, cuando fue arrestado junto con su esposa, Elba Chará, y su hija en Colombia. Como jefe del Grupo Interno de Trabajo de Control de Carga en el puerto de Buenaventura, habría facilitado el ingreso de contrabando a cambio de sobornos.
Posteriormente, en abril de 2021, fue recapturado tras una solicitud de extradición de Estados Unidos y enviado a ese país en noviembre de 2023.
Según la acusación, Ambuila utilizó intermediarios para ocultar el origen del dinero ilícito. Entre las transacciones identificadas está el pago de 72.000 dólares a un distribuidor de autos en Tampa, con los que se adquirió un Lamborghini rojo que Jenny Ambuila exhibía en redes.
Además, entre 2013 y 2016, transfirió cerca de un millón de dólares a cuentas de su hija en Estados Unidos, donde estudiaba en la Universidad de Miami.
De los lujos a una vida modesta: el cambio radical de Jenny Ambuila
Jenny Ambuila se hizo conocida por su ostentoso estilo de vida financiado con fondos ilícitos. En redes sociales, publicaba imágenes de sus pertenencias costosas, como un Lamborghini Huracán EVO valorado en 330.000 dólares, un Porsche, bolsos de Louis Vuitton y un reloj Hublot de 94,3 millones de pesos. Además, cursaba estudios en Harvard, cuya mensualidad rondaba los ocho millones de pesos colombianos.
Sin embargo, su realidad dio un giro drástico tras el escándalo de corrupción de su padre. Jenny y su madre recuperaron su libertad en 2023 por vencimiento de términos y ahora viven en Cali, dependiendo de los ingresos de dos heladerías familiares. El lujoso apartamento en Miami, cuyo alquiler mensual ascendía a 20,4 millones de pesos (5.000 dólares), quedó en el pasado.
Las heladerías de la familia le salvaron el bolsillo a la familia de Óscar Ambuila
Según el abogado de la familia, Néstor Pineda, las heladerías han sido su sustento desde hace tiempo. Aunque la joven alguna vez justificó la compra del Lamborghini diciendo que “le salvó la vida”, las investigaciones revelaron que el dinero provenía de transacciones de su padre.
El caso Ambuila dejó en evidencia un esquema de corrupción en el puerto de Buenaventura, donde los sobornos permitían el ingreso de contrabando sin inspección.
Entre las transferencias detectadas, se identificó que Ambuila envió 1.000 millones de pesos colombianos desde una empresa de su primo al concesionario Lamborghini, además de un depósito adicional de 20.000 dólares (81,7 millones de pesos) realizado por su esposa, Elba Chará.
Las autoridades estadounidenses también determinaron que, entre 2013 y 2017, Jenny Ambuila recibió constantes transferencias que financiaban su vida en Miami, donde pagaba una renta mensual de 5.000 dólares y asistía a exclusivas universidades.
Su estilo de vida, que incluía viajes, ropa y accesorios de lujo, llamó la atención de organismos como el Servicio Interno de Impuestos y el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., lo que detonó la investigación.
Ahora, Jenny Ambuila y su madre enfrentan un futuro incierto, marcado por las consecuencias legales y económicas de un pasado que las llevó de los lujos extremos a una vida de modestia.