La familia de Cosmo, el perro que fue sometido a eutanasia por el Instituto Distrital de Protección Animal en Bogotá, recbió los resultados de la necropsia, arrojando dudas sobre la justificación del procedimiento realizado por la entidad.
Después de 20 días de espera, la familia de Cosmo obtuvo los informes que clarifican su cuadro clínico. La información, revelada tras los análisis hechos al aminal, contradice los argumentos dados por el Distrito para justificar la eutanasia del canino, lo que ha intensificado la controversia sobre el caso.
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Javier Barreto, su propietario, explicó a City Tv: “Cuando nos dieron los resultados como tal de la necropsia, yo pedí en palabras del experto pues que me dijera qué podía ver en palabras más simples. Él me indica que sí hubo traumatismos en varias partes del cuerpo, sin embargo, no se evidenciaron lesiones que sean compatibles con el moquillo y las lesiones de la médula espinal eran leves, lo que ellos dijeron que era terriblemente grave, que estaba sufriendo”.
El informe médico detalló que Cosmo presentaba politraumatismo en la región craneana, toracolumbar y pélvica, generando hemorragia en el canal medular con mayor afectación en T11 a T13, pero con leve afección medular. Además, el documento concluye: “No se observan hallazgos o lesiones sugestivas de distemper canino”, según reveló su dueño al medio citado, contradiciendo una de las principales razones argumentadas para la eutanasia.
Los hechos: de la desaparición de Cosmo a su eutanasia
Cosmo huyó de su hogar en la madrugada del 1 de enero de 2025, asustado por el estruendo de la pirotecnia utilizada en las celebraciones de Año Nuevo. En su huida, desorientado y expuesto al peligro, el perro fue atropellado, sufriendo lesiones en la parte trasera de su cuerpo que le impidieron moverse y lo dejaron a la intemperie.
Posteriormente, una pareja lo encontró en el parque Nacional y alertó al Instituto Distrital de Protección Animal, que trasladó al canino a sus instalaciones. Su familia, tras una rápida búsqueda, logró ubicar el sitio donde se encontraba. Sin embargo, Javier Barreto denunció en redes sociales que la entidad había practicado la eutanasia sin su consentimiento y sin agotar las posibilidades de tratamiento.
La subdirectora del Instituto de Protección Animal, Laura Vivian Idrobo, defendió el procedimiento al señalar que Cosmo estuvo bajo su cuidado por cuatro horas antes de tomar la decisión: “Lo trasladamos a nuestra clínica operadora. Dentro del instituto le realizamos las radiografías y los exámenes, lo estabilizamos para que no sufriera mientras hacíamos ese procedimiento e identificamos que el animal pues está en una grave condición”.
No obstante, Barreto también criticó la falta de un especialista en neurología para evaluar el caso antes de determinar la eutanasia: “El tipo de terminación clínica la debe realizar un especialista en neurología, lo cual ya cuando el diagnóstico se va a evidenciar, en 2 horas no pasa eso y más en esas horas de la noche no se consigue un neurólogo para un perro”, señaló.
Luego de realizar varios exámenes al animal, finalmente determinaron que el canino sufría múltiples traumas, por lo que los veterinarios concluyeron que Cosmo experimentaba un sufrimiento severo y que su calidad de vida no podría ser restaurada. Como resultado, se determinó que la eutanasia era la mejor opción para evitarle sufrimiento innecesario.
El Instituto de Bienestar Animal se pronunció sobre el informe de necropsia
La directora general del Instituto de Bienestar Animal de Bogotá, Mariana Martin Leyes, se pronunció el miércoles 29 de enero e indicó que, a la fecha desconocen el informe de necropsia realizado al canino Cosmo. También seguró que: “El hecho de que en la necropsia se mencione que no se observan hallazgos o lesiones sugestivas de distemper canino no significa que la enfermedad viral no esté presente en el animal”.
Martin Leyes agregó que el instituto, “ratifica que el tratamiento de eutanasia humanitaria realizado en el animal obedece a las evidencias clínicas y paraclínicas presentes en el canino Cosmo al momento de la atención”.
La funcionaria del Distrito aclaró que, tras consultar la base de datos del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, se determinó que el número de microchip asociado a Cosmo no pertenece a ningún lote adquirido por la entidad, lo que confirmaría que el dispositivo no fue implantado por el instituto. Además, destacó que el instituto no es la única institución que presta este servicio, por lo que no es responsable del registro de la información.
Sin embargo, las dudas persisten sobre la rapidez del procedimiento y el protocolo seguido, por lo que el Concejo de Bogotá programó un debate de control político para el 5 de febrero, en el cual se abordará a fondo el caso de Cosmo y se analizará el proceder del Instituto Distrital de Protección Animal en este y otros casos similares.