En la mañana del martes 28 de enero, el presidente Gustavo Petro se refirió a los colombianos que desde Estados Unidos han sido deportados. Por eso, compartió una fotografía del vuelo que fue delegado por el Gobierno para traer a los connacionales y dijo que, contrario a lo dicho por el mandatario estadounidense Donald Trump, no son delincuentes.
En medio de este panorama, el primer mandatario colombiano aprovechó para dar una anuncio en relación con el apoyo que dará el Gobierno nacional a quienes lleguen al país.
“Vienen nuestros connacionales desde EE. UU. libres, dignos, sin estar esposados. Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre”, escribió, sin especificar si estos créditos son para los colombianos que regresen deportados o para migrantes de otros países que lleguen a Colombia.
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Colombianos regresan tras ser deportados de Estados Unidos
El reciente traslado de colombianos deportados desde Estados Unidos marcó un episodio clave en las relaciones diplomáticas entre ambos países, tras una tensión que puso a prueba los canales de diálogo y cooperación bilateral. Dos vuelos de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) partieron hacia territorio norteamericano para repatriar a ciudadanos afectados por temas migratorios y, en algunos casos, a personas con antecedentes judiciales, en el marco de un acuerdo que buscó desescalar una crisis reciente.
Las aeronaves contaban con equipos interdisciplinarios integrados por funcionarios de Migración Colombia, representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y personal médico para atender posibles emergencias durante el traslado. Este operativo destacó la coordinación entre varias instituciones nacionales para garantizar un retorno seguro y organizado de los ciudadanos involucrados.
La situación tuvo su origen en la negativa del gobierno colombiano de autorizar el aterrizaje de dos aviones militares estadounidenses con aproximadamente 180 deportados. La decisión generó una respuesta contundente de Washington, que incluyó medidas como el anuncio del cierre temporal de la oficina de visas en la embajada en Bogotá y amenazas de sanciones comerciales, así como restricciones migratorias dirigidas a miembros del gobierno colombiano y sus aliados.
Este desencuentro diplomático, que escaló rápidamente, evidenció tensiones subyacentes en la relación bilateral. Por un lado, el gobierno colombiano enfatizó la necesidad de un trato digno y justo hacia sus ciudadanos, mientras que Estados Unidos respondió con una postura firme sobre el cumplimiento de sus decisiones en materia migratoria.
El grupo de repatriados incluye a 26 niños, niñas y adolescentes, según confirmó Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). La funcionaria expresó su inquietud por la situación de los menores, quienes podrían enfrentar condiciones de vulnerabilidad tras su regreso al país.
El Icbf ha anunciado que activará protocolos de atención para garantizar el bienestar de los menores. Estas medidas buscan brindar apoyo psicológico, social y legal a los niños y sus familias, en un esfuerzo por mitigar el impacto de la deportación y facilitar su reintegración en Colombia.
Según detalló la funcionara en diálogos con la emisoria Blu Radio, la institución está trabajando para coordinar la recepción y el seguimiento de los casos más críticos.
Este retorno masivo de connacionales se enmarca en los decretos migratorios firmados por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que endurecieron las medidas contra la inmigración irregular.
Teniendo en cuenta las tensiones diplomáticas, las partes lograron superar el impasse tras intensas negociaciones. Aunque los detalles específicos del acuerdo no fueron revelados en su totalidad, se reportó que Colombia aceptó las condiciones planteadas por la administración estadounidense. Este desenlace pone de manifiesto la complejidad de mantener un equilibrio en la relación entre ambos países, caracterizada por una interdependencia en áreas como el comercio, la seguridad y la migración.