El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) proyectó un panorama climático para el 2025 que estará influenciado por fenómenos como La Niña y la fase neutral del El Niño-Oscilación del Sur (Enos).
Según el reciente informe de la entidad, las precipitaciones serán más intensas de lo habitual en varias regiones del país, especialmente durante los primeros meses del año.
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Departamentos como Atlántico, Sucre y Córdoba en la región Caribe, así como Chocó en la región Pacífica, serán algunos de los más afectados por el aumento de lluvias.
De acuerdo con el Ideam, las condiciones iniciales de La Niña ya están presentes y podrían extenderse hasta abril de 2025, con una probabilidad del 59%.
Sin embargo, la entidad también señaló que, a partir del trimestre marzo-mayo, existe un 60% de probabilidad de que el país entre en una fase neutral del Enos. Aunque aún no se ha declarado oficialmente el fenómeno de La Niña, su consolidación dependerá de que las condiciones actuales persistan durante al menos cinco meses consecutivos o tres trimestres acumulados.
El Ideam identificó que, a partir de febrero, las lluvias estarán por encima de los niveles normales en varias zonas del país. En la región Caribe, los departamentos de Atlántico, Sucre y Córdoba experimentarán un incremento significativo en las precipitaciones.
En la región Andina, se prevén lluvias más intensas en Antioquia, Quindío, Caldas, Risaralda, el norte de Tolima, el centro de Cundinamarca, Huila y el oriente de Nariño.
Por su parte, en la región Pacífica, el Chocó será el departamento más afectado, mientras que en la Amazonía, el piedemonte amazónico de Caquetá y gran parte de Putumayo también registrarán un aumento en las lluvias.
En contraste, la región de la Orinoquía podría experimentar una disminución en las precipitaciones, con reducciones estimadas entre el 10% y el 40%. Este comportamiento es inusual para un mes como febrero, que históricamente presenta pocas lluvias en esta zona.
Proyecciones trimestrales del Ideam: febrero a abril de 2025
El trimestre comprendido entre febrero y abril de 2025 será clave para observar los efectos de La Niña y otros fenómenos climáticos. Según el Ideam, en febrero se espera un aumento de lluvias en el norte y sur de La Guajira, el centro de Cesar, y gran parte de los departamentos de Magdalena, Atlántico, Sucre y Córdoba en la región Caribe.
Por su parte, en la región Andina, las lluvias se incrementarán en Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, gran parte de Tolima, el altiplano cundiboyacense y amplias zonas de Huila.
En marzo, las precipitaciones continuarán aumentando en la mayor parte del país. En la región Caribe, las lluvias estarán un 20% por encima de los niveles históricos registrados entre 1991 y 2020.
En la región Andina, se proyectan incrementos de entre el 10% y el 30%, mientras que en la región Pacífica, los aumentos oscilarán entre el 10% y el 20%, con excepción del Valle del Cauca, donde se prevén reducciones de entre el 10% y el 20%. En la Amazonía, las lluvias se intensificarán en el centro-norte de Guainía, el oeste de Guaviare, gran parte de Putumayo y el centro-oeste de Amazonas.
Para abril, las lluvias seguirán superando los promedios históricos en la región Caribe y Andina, con incrementos de hasta el 40% en algunas zonas. En la región Pacífica, las precipitaciones se mantendrán dentro de los niveles normales, mientras que en la Amazonía se esperan aumentos en el piedemonte de Caquetá y Putumayo, aunque algunas áreas como Vaupés y el oriente de Caquetá podrían registrar reducciones de entre el 10% y el 30%.
El Instituto también proyectó un aumento de lluvias para el trimestre mayo-julio de 2025. En la región Caribe, departamentos como La Guajira, el noroeste de Magdalena, el centro de Bolívar, Cesar y Sucre serán los más afectados. En la región Andina, se esperan precipitaciones superiores a lo normal en los Santanderes, el altiplano cundiboyacense, el sur de Antioquia, Quindío, Caldas, Risaralda, amplias zonas de Tolima y Huila, así como en el macizo colombiano.
En la región Pacífica, las lluvias se mantendrán dentro de los niveles históricos, con algunas excepciones en el centro del Chocó, donde se prevén aumentos de entre el 10% y el 20%, y en el norte del departamento, donde podrían disminuir entre el 10% y el 20%. En la Orinoquía, las precipitaciones aumentarán entre el 10% y el 30% en la mayor parte de la región.
El comportamiento climático de Colombia en 2025 estará determinado por la interacción de fenómenos globales como La Niña y la fase neutral del Enos, así como por patrones locales como la oscilación Madden & Julian. Estos factores no solo influirán en la cantidad de lluvias, sino también en su distribución geográfica y temporal, afectando sectores clave como la agricultura, la infraestructura y la gestión de recursos hídricos.
El Ideam instó a las autoridades locales y nacionales a prepararse para los posibles impactos de este comportamiento climático, especialmente en las regiones más vulnerables. La entidad también recomendó a la población mantenerse informada a través de los reportes oficiales y tomar medidas preventivas para mitigar los efectos de las lluvias intensas.
Con este panorama, el 2025 se perfila como un año de retos significativos para Colombia en términos de gestión climática y adaptación a las condiciones meteorológicas extremas.