Apenas tres meses después de que el Gobierno nacional publicara la resolución con el nombre de los 18 exlíderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que incluyó a Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón, en la mañana de este lunes 27 de enero la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá tomó una importante decisión.
Según comentó el tribunal, el exparamilitar quedó fuera de su sistema luego de dar validez a las pruebas que lo acusan de seguir cometiendo delitos después de someterse a esa justicia especial.
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Según informó la Fiscalía General de la Nación, esta medida se fundamenta en la reincidencia de Triana Mahecha en actividades delictivas tras su desmovilización, lo que contraviene los principios establecidos en dicho marco legal.
De acuerdo con la Fiscalía, el excabecilla de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio fue condenado el 29 de enero de 2024 por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga.
Los delitos que se le imputaron incluyen concierto para delinquir con fines de extorsión, tráfico de estupefacientes, financiación del terrorismo y grupos de delincuencia organizada, así como la administración de recursos relacionados con actividades terroristas. Estas acciones ilícitas ocurrieron en el año 2016 en el municipio de Cimitarra, ubicado en el departamento de Santander.
La exclusión de alias ‘Botalón’ se sustenta en el artículo 11A de la Ley 1592 de 2012, que modificó la Ley 975 de 2005. Esta normativa establece que los postulados al proceso de Justicia y Paz pueden ser retirados si son condenados por delitos dolosos cometidos después de su desmovilización.
Según detalló el tribunal, la gravedad de los crímenes cometidos por Triana Mahecha, sumada a su reincidencia y al incumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco de la Ley de Justicia y Paz, justifican plenamente su exclusión del proceso.
La Fiscalía General de la Nación argumentó que las actividades delictivas de Triana Mahecha, realizadas en 2016, evidencian una clara violación de los principios de la Ley de Justicia y Paz, cuyo objetivo principal es garantizar la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.
En este sentido, el tribunal concluyó que la reincidencia del exjefe paramilitar en hechos ilícitos contradice los compromisos asumidos al momento de su desmovilización, lo que afecta directamente los derechos de las víctimas y el propósito de reconciliación nacional.
La decisión de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, emitida en primera instancia, permite que el caso sea apelado. Según consignó el tribunal, la segunda instancia será resuelta por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que tendrá la responsabilidad de revisar los argumentos presentados tanto por la Fiscalía como por la defensa de Triana Mahecha.
“Botalón” ya había sido centro de un intenso debate después de que el Gobierno de Gustavo Petro lo nombrara como gestor de paz el pasado 12 de noviembre de 2024.
Este exlíder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que tuvo un papel destacado en el Magdalena Medio, fue uno de los 18 exparamilitares designados oficialmente por el Ejecutivo bajo la Resolución 453 de 2023, firmada por el presidente Petro.
Triana Mahecha inició su carrera delictiva en su juventud, involucrándose en actividades de delincuencia común. Posteriormente, estableció vínculos con Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, uno de los principales socios de Pablo Escobar en el Cartel de Medellín.
Este nexo se habría consolidado debido a que ambos compartían raíces en la región de Yacopí, Cundinamarca. Además, la influencia de Ramón Isaza Arango, alias El Viejo, otro líder paramilitar de la zona, fue determinante en la trayectoria de “Botalón”.
En 1997, Triana Mahecha se unió a las AUC en Puerto Boyacá, tras ser invitado por “El Viejo”. Allí asumió el liderazgo de un bloque compuesto por aproximadamente 600 hombres, consolidándose como una figura clave en la región.
Durante su tiempo al frente de este grupo, fue señalado como responsable de múltiples crímenes, incluyendo asesinatos, desplazamientos forzados y violencia de género.
A pesar de su desmovilización gracias al acuerdo de paz alcanzado con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, “Botalón”, al igual que otros exlíderes paramilitares, fue capturado nuevamente por reincidir en actividades delictivas. Este patrón de reincidencia fue uno de los principales argumentos de quienes criticaron su designación como gestor de paz.