Alias el Mocho, uno de los principales líderes del frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, falleció este domingo 26 de enero en un incidente que marcó un fallido atentado con explosivos contra el Ejército Nacional en la región del Cauca.
Este hecho se dio cuando los insurgentes intentaban detonar una camioneta cargada con explosivos cerca de las instalaciones del Batallón de Instrucción, Entrenamiento y Reentrenamiento No. 29 Camilo Torres Tenorio, ubicado en el corregimiento de El Estrecho, municipio de El Patía.
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De acuerdo con El País Cali, según información proporcionada por el área de inteligencia del Ejército, los disidentes, liderados por alias el Mocho y acompañados por otro insurgente conocido como alias el Paisa, habían preparado un vehículo equipado con explosivos para perpetrar el ataque.
Los insurgentes partieron desde el corregimiento de Huisitó, en el municipio de El Tambo, hacia el sector de La Barca, en Balboa. Sin embargo, al percatarse de la presencia de un puesto de control del Ejército, decidieron cambiar de ruta hacia el corregimiento de Las Brisas.
Durante su movilización, una explosión inesperada activó el dispositivo explosivo del vehículo, causando la muerte inmediata de los dos insurgentes. Posteriormente, y con ayuda de la comunidad local, los cuerpos fueron trasladados al polideportivo de Las Brisas.
Alias el Mocho era uno de los principales jefes militares del frente Carlos Patiño, responsable de numerosos ataques contra la fuerza pública en esta región del suroccidente colombiano. Tras la operación Perseo, lanzada el pasado 12 de octubre de 2024 por el presidente Gustavo Petro, este líder había sido desplazado del corregimiento de El Plateado, municipio de Argelia, Cauca, y había asumido como misión organizar ataques contra las fuerzas del orden en retaliación.
El frente Carlos Patiño mantiene el control de varias zonas rurales del municipio de Argelia, Cauca, y ha protagonizado constantes enfrentamientos con el Ejército. En diciembre de 2024, este grupo utilizó una camioneta para lanzar cilindros cargados de explosivos sobre la vía Panamericana, a la altura del corregimiento de El Estrecho, con el objetivo de atacar a una unidad militar estacionada en el lugar.
La guerra entre el frente Carlos Patiño y la fuerza pública ha afectado significativamente a las comunidades rurales de El Patía y Argelia. Los campesinos han tenido que enfrentar restricciones de movilidad debido a la destrucción de infraestructuras clave, como puentes, por parte de las disidencias de las FARC.
En uno de los casos más recientes, los habitantes de La Fonda, un corregimiento de El Patía, unieron esfuerzos para reparar un puente destruido por los combates, con el fin de reanudar el transporte de alimentos y medicinas hacia la cabecera municipal, El Bordo.
Además, los constantes enfrentamientos han generado temor y desplazamientos forzados en la región. A pesar de los intentos del Ejército por garantizar la seguridad en la zona, los ataques de los insurgentes continúan siendo una amenaza constante para la población civil.
El Ejército ha intensificado sus operativos en la región tras la operación Perseo, que buscó desmantelar la presencia del frente Carlos Patiño en Argelia y recuperar el control de las zonas dominadas por los insurgentes. La operación también incluyó el despliegue de fuerzas élite para neutralizar las actividades de esta facción disidente en los departamentos de Cauca, Valle y Nariño.
Según fuentes militares, el fallido ataque del domingo es evidencia de la presión que enfrentan los disidentes tras los golpes sufridos en las operaciones recientes.
La muerte de alias el Mocho representa un importante golpe para el frente Carlos Patiño, pero también evidencia los desafíos persistentes en la lucha contra las disidencias de las Farc en el Cauca.
Mientras la fuerza pública continúa sus esfuerzos por recuperar la estabilidad en la región, las comunidades locales siguen enfrentando las consecuencias de un conflicto que parece lejos de resolverse. La cooperación entre las autoridades y la población civil será crucial para superar las dificultades y construir un futuro más seguro para todos los habitantes del suroccidente colombiano.