En muchas ocasiones, las mujeres han sido estigmatizadas y calificadas de “bipolares” debido a los frecuentes cambios de humor que experimentan a lo largo de su ciclo menstrual.
Sin embargo, el ginecólogo Alejandro Montoya aclaró en un video en sus redes sociales que estos cambios no tienen relación con el trastorno bipolar, sino con los procesos naturales y hormonales que atraviesan las mujeres.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Según Montoya, la variabilidad emocional de las mujeres no es un trastorno psiquiátrico, sino simplemente un reflejo de lo que ocurre dentro del cuerpo de una mujer.
El ginecólogo Montoya comenzó su explicación mencionando que la bipolaridad es un trastorno psiquiátrico complejo, asociado con alteraciones significativas en el estado de ánimo, que pueden ser episódicas o crónicas.
Estas alteraciones involucran cambios extremos en el comportamiento y la energía, manifestándose en episodios maníacos o depresivos que suelen durar una o dos semanas, o incluso más; sin embargo, lo que ocurre con las mujeres no es un trastorno bipolar, sino una fluctuación emocional completamente natural, provocada por el ciclo hormonal.
Durante el ciclo menstrual, las mujeres experimentan una serie de cambios hormonales que influyen directamente en su estado de ánimo; en ese sentido, la variación de hormonas como los estrógenos y la progesterona son responsables de estos altibajos.
El doctor Montoya explicó que los estrógenos, que son más elevados durante la fase de ovulación, pueden generar sensaciones de euforia y excitación, incluso llevando a las mujeres a sentirse más energéticas y exitosas.
Por otro lado, la progesterona, que se produce después de la ovulación, tiene un efecto calmante y reflexivo. Es por esto que una mujer puede pasar de sentirse eufórica y enérgica a estar más introspectiva o tranquila, sin que esto signifique que esté experimentando un trastorno mental.
El ciclo menstrual tiene una duración aproximada de 28 días, durante los cuales las hormonas fluctúan en diversas fases.
Desde el inicio de la menstruación, que es cuando el cuerpo expulsa el revestimiento del útero, hasta la ovulación, cuando un óvulo es liberado, la producción de estrógenos y progesterona varía significativamente.
La fase final del ciclo, conocida como la fase luteal, está marcada por un aumento en los niveles de progesterona, lo que puede generar cambios emocionales y físicos.
Por tal motivo, el doctor Montoya recalcó que este fenómeno es completamente natural y forma parte de lo que significa ser mujer.
“Después de ovular produces progesterona, la progesterona lo que hace es que te vuelve reflexiva, entonces pasas de eufórica a exitosa por allá abajo, a reflexiva. Eso no es bipolar, eso es mujer”.
El trastorno bipolar vs. las fluctuaciones hormonales
El trastorno bipolar, en cambio, es una enfermedad mental que involucra cambios de humor extremos y prolongados, que van más allá de las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual.
Este trastorno afecta a las personas durante toda su vida y requiere un tratamiento médico constante, por lo que las personas con trastorno bipolar pueden experimentar episodios maníacos, en los que su energía, actividad y estado de ánimo se elevan de manera anormal, y episodios depresivos que las hacen sentir abrumadas por la tristeza, la desesperanza y la falta de energía.
Además, el trastorno bipolar puede afectar la capacidad de las personas para funcionar normalmente en su vida cotidiana, lo que no ocurre con las fluctuaciones hormonales que experimentan las mujeres.
Los síntomas del trastorno bipolar son mucho más severos y pueden durar semanas, mientras que los cambios de humor en las mujeres suelen estar relacionados con las fases del ciclo menstrual y son transitorios.
Un episodio maníaco o depresivo en el trastorno bipolar involucra cambios profundos y duraderos en la personalidad y el comportamiento, mientras que las variaciones emocionales debidas a las hormonas no afectan la identidad ni el funcionamiento general de la persona.
Hormonas: el motor de los cambios emocionales
Las hormonas como los estrógenos y la progesterona juegan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo de las mujeres.
Los estrógenos, al aumentar durante la fase de ovulación, pueden generar sentimientos de alegría, energía y motivación, mientras que la progesterona produce efectos más relajantes y reflexivos tras la ovulación.
Esta danza hormonal es completamente natural y, aunque puede generar ciertos altibajos emocionales, no tiene nada que ver con un trastorno psiquiátrico como la bipolaridad.
Al respecto, el doctor Montoya también hizo hincapié en que las mujeres son víctimas de un malentendido cultural al ser catalogadas rápidamente como “bipolares” cuando simplemente están respondiendo a las fluctuaciones hormonales propias de su biología.
Este fenómeno no debe ser estigmatizado ni considerado patológico, pues en lugar de patologizar los cambios emocionales naturales, es importante comprender que el cuerpo de la mujer está diseñado para experimentar estos altibajos como parte de su ciclo reproductivo.