A partir de julio de 2025, el sistema pensional de Colombia experimentará una transformación significativa con la implementación de la reforma pensional.
Esta reforma busca responder a los desafíos estructurales del sistema y, al mismo tiempo, ofrecer mayores beneficios a los trabajadores que han cotizado más semanas de las mínimas requeridas.
Pero, ¿qué pasa si tiene más semanas cotizadas? La reforma introduce un importante incentivo para aquellos trabajadores que han dedicado más tiempo a cotizar, reconociendo su esfuerzo y asegurando una pensión más alta.
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Uno de los cambios más relevantes de la reforma pensional es el beneficio que se otorga a los trabajadores que han cotizado más de las 1.300 semanas mínimas requeridas para acceder a una pensión en Colpensiones.
Según lo establecido en la nueva normativa, por cada 50 semanas adicionales al mínimo, el monto de la pensión aumentará un 1,5% del ingreso base de liquidación. Este aumento tiene un límite del 80% del ingreso base de liquidación.
Este ajuste representa un incentivo significativo para aquellos que han aportado más tiempo al sistema de pensiones, reconociendo de manera económica su dedicación laboral. La reforma busca premiar a los trabajadores que han superado el tiempo mínimo exigido, asegurando que los esfuerzos adicionales se reflejen en sus pensiones.
Un modelo pensional basado en pilares
La reforma pensional introduce un modelo basado en pilares que reconfigura la relación entre el sistema público y los fondos privados de pensión.
Este modelo divide a los trabajadores en dos grupos: aquellos con ingresos inferiores a 2,3 salarios mínimos (aproximadamente 3.273.000 pesos colombianos) deberán cotizar obligatoriamente a Colpensiones, mientras que aquellos con ingresos superiores podrán optar por fondos privados. Esta medida busca equilibrar las cargas entre el sistema público y el privado, permitiendo que las pensiones sean más accesibles para todos los colombianos.
La idea detrás de este modelo es garantizar la sostenibilidad del sistema pensional a largo plazo, promoviendo una distribución más equitativa de los aportes.
La reforma establece que los trabajadores con mayores ingresos deberán complementar su pensión a través de los fondos privados, mientras que los trabajadores con ingresos más bajos podrán recibir su pensión a través de Colpensiones, una entidad estatal que garantizará un monto base.
La reforma pensional también contempla cambios importantes para los trabajadores independientes, un grupo que históricamente ha enfrentado dificultades para acceder a una pensión digna debido a la irregularidad de sus ingresos.
A partir de 2025, los trabajadores independientes podrán realizar aportes proporcionales a los días o semanas trabajados, lo que representa una gran flexibilidad frente a los ingresos variables.
Los cambios que traerá la reforma pensional
El nuevo sistema permitirá que los trabajadores independientes coticen solo por los períodos en los que efectivamente trabajaron, lo que les brindará una opción más económica y accesible.
Esta medida tiene como objetivo adaptarse a las necesidades de los trabajadores informales o aquellos con empleos temporales, quienes en muchas ocasiones no cuentan con un salario fijo y no pueden cumplir con las exigencias del sistema tradicional.
Dentro de la reforma pensional, los fondos privados de pensión jugarán un papel complementario para aquellos trabajadores con ingresos superiores al umbral de 2,3 salarios mínimos.
Esta medida busca equilibrar la carga entre el sistema público y privado, permitiendo que los trabajadores con mayores ingresos puedan obtener una pensión más alta a través de los fondos privados, mientras que los trabajadores de bajos ingresos podrán acceder a una pensión básica garantizada por Colpensiones.
Aunque la reforma mantiene el esquema de 13 mesadas al año, incluyendo las primas de mitad y final de año, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, mencionó la posibilidad de reintroducir una mesada 14 en el futuro, aunque esto dependerá de los recursos disponibles.
Esta medida refleja la preocupación por mejorar las condiciones económicas de los pensionados, pero su implementación dependerá de la sostenibilidad fiscal del sistema.