Colombianos fueron a buscar un mejor futuro en Polonia y ahora denuncian que viven un infierno al que llaman: “Esclavitud moderna”

Connacionales que migraron al país europeo describen que tienen que enfrentar a diario jornadas laborales extenuantes, hacinamiento y maltratos en su búsqueda de mejores ingresos

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Colombianos en Polonia hacen graves denuncias sobre abusos de las agencias que buscan empleados para cubrir vacantes en ese país - crédito @JhonjaQueSea/X

La promesa de un mejor salario y oportunidades laborales llevó a cientos de colombianos a emprender un viaje hacia Polonia, un país que, para muchos, representaba un destino de esperanza.

Sin embargo, la experiencia de algunos migrantes ha estado lejos de cumplir con las expectativas iniciales. Según una entrevista realizada por Semana, las condiciones laborales y de vida que enfrentan algunos de estos trabajadores han sido descritas como una forma de “esclavitud moderna”, marcada por jornadas extenuantes, hacinamiento y maltratos.

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De acuerdo con el testimonio de Yesid de León, un colombiano oriundo de Santa Marta, la decisión de viajar a Polonia fue motivada por relatos de conocidos que aseguraban que los salarios eran significativamente más altos que en Colombia.

Sin embargo, al llegar al país europeo, la realidad fue distinta. De León relató que, tras un largo proceso de preparación que incluyó la compra de tiquetes y un préstamo de 6 millones de pesos colombianos con un interés del 10%, se encontró con condiciones laborales y de vivienda que no imaginaba.

“En mi caso, la agencia en la cual trabajo no me pidió ningún tipo de dinero, solo me dijo que cuando tuviera los tiquetes comprados se los enviara para ellos saber qué día llegaría a Polonia y así recibirme. El viaje lo costeé yo mismo, con un préstamo de 6 millones de pesos que saqué a interés del 10%”, dijo de León en la entrevista con Semana.

Colombianos en Polonia denuncian que
Colombianos en Polonia denuncian que han sido víctimas de abusos por parte de las agencias que los llevaron al país europeo - crédito @JhonjaQueSea/X

El fenómeno de migración hacia Polonia comenzó a ganar fuerza entre los colombianos en 2023 y 2024. Muchas personas vendieron bienes personales, como motocicletas, o solicitaron préstamos para financiar el viaje. En algunos casos, agencias de empleo, como Projektanci Kariery, facilitaron el proceso, aunque no siempre cumplieron con las expectativas de los migrantes.

El samario indicó que la agencia es legal y que no tuvo que hacer ningún pago por ir, solamente se encargó de comprar sus pasajes y mostrarselos al reclutador. Así mismo, indicó que el nombre del establecimiento que lo llevó a Polonia fue: Projektanci Kariery, que es es ucraniana y es legal”.

De León explicó que su ruta incluyó un ingreso a Europa como turista a través de Madrid, España, antes de llegar a Polonia. Una vez en territorio polaco, se trasladó a Leszno, donde comenzó su experiencia laboral. Sin embargo, no todos los migrantes tuvieron la misma suerte. Según el testimonio recogido por el medio, algunas agencias dejaron a los trabajadores “tirados” sin empleo ni apoyo, exponiéndolos a situaciones de vulnerabilidad.

“La mayoría nos venimos engañados y acá se estrella uno con la realidad. Sí se gana más que en Colombia, pero es más duro mil veces, esto acá es una esclavitud moderna, condiciones de hacinamiento en los albergues, maltrato laboral, discriminación, xenofobia. De todo aguantamos acá, pero seguimos en pie de lucha”, indicó De León.

La vida en Polonia para muchos de estos migrantes está marcada por el hacinamiento. De León describió que comparte una casa tipo albergue con 13 personas más, entre ellas 12 colombianos, un georgiano y un hindú. En esta vivienda, cada inquilino paga un arriendo mensual de 600 eslotis (aproximadamente 600.000 pesos colombianos), a pesar de que las condiciones son precarias, con paredes húmedas y espacios reducidos.

Colombiano en Polonia denuncia que
Colombiano en Polonia denuncia que vive en hacinamiento junto a tres personas más en un cuarto pequeño - crédito Dawid Tatarkiewicz/Zuma Press/Europa Press

“Es una casa que alquila la agencia y vivimos 14 personas, en cuartos compartidos entre cuatro personas; las paredes tienen humedad y, a mi parecer, es mucho hacinamiento. Cada uno paga su arriendo de 600 eslotis. En la casa donde yo vivo estamos 12 colombianos, un georgiano y un hindú”, dijo el colombiano.

En cuanto al trabajo, las jornadas laborales son largas y exigentes. De León relató que, en su caso, comenzó trabajando en una empresa de logística, cargando camiones con productos como colchones y muebles. Posteriormente, fue asignado a una fábrica de colchones. Las órdenes se comunican en idiomas como polaco, inglés o ucraniano, lo que representa un desafío adicional para los trabajadores que no dominan estas lenguas.

“El trato de la agencia es grotesco de parte de los funcionarios, algunos son ucranianos y uno está a la merced de ellos. En general, el trato en las empresas en la que prestamos los servicios es igual de grosero y la gran mayoría de los polacos son xenófobos”, relató De León.

El salario, aunque superior al promedio en Colombia, también es motivo de descontento. Según el contrato, la hora de trabajo debía pagarse a 27 eslotis, pero la agencia solo entrega 19, además de aplicar descuentos mensuales que no siempre son claros. Esta situación ha dificultado que los migrantes puedan enviar dinero a sus familias en Colombia o saldar las deudas adquiridas para financiar el viaje.

Imagen de referencia. Yesid de
Imagen de referencia. Yesid de León afirmó que la agencia ofrece pagos de 27 zlotis pero que a la hora de hacerlo efectivo los trabajadores solamente reciben 19 - crédito Colprensa

El trato hacia los trabajadores migrantes ha sido otro de los puntos críticos señalados por De León. Según su testimonio, tanto los funcionarios de las agencias como los empleadores en las empresas suelen ser groseros, y muchos polacos muestran actitudes xenófobas hacia los extranjeros. Además, las condiciones laborales son descritas como extremadamente duras, con turnos de hasta 12 horas de pie y solo 15 minutos de descanso para almorzar.

“Hasta el momento no he recibido mi primer sueldo completo, ya que inicié a trabajar el 15 de noviembre de 2024, ese mes solo hice pocas horas. En diciembre trabajé hasta el 20, mes que pagaron el día 15 de enero, pero de lo poco que recibí, sí alcancé a enviar algo y pagar los intereses del dinero que me prestaron”, expresó.

De León también denunció que algunos trámites, como la obtención de la karta pobytu (un documento de identidad para extranjeros en Polonia), son cobrados por las agencias a precios elevados, a pesar de que deberían ser gratuitos. Asimismo, señaló que no se pagan incapacidades médicas y que faltar al trabajo puede resultar en la expulsión de la agencia, dejándolos sin empleo ni vivienda.

A pesar de las dificultades, muchos migrantes mantienen la esperanza de mejorar su situación o regresar a Colombia una vez que hayan saldado sus deudas. Sin embargo, De León fue enfático en su recomendación para quienes consideran viajar a Polonia: “Si tienen su familia estable y un trabajo estable, mejor se queden en Colombia”.

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