En los últimos días, la declaración del expresidente estadounidense Donald Trump sobre la posibilidad de recuperar el control del Canal de Panamá ha generado una fuerte polémica internacional.
Desde Infobae Colombia, se habló con el analista internacional y consultor político, Juan Falkonerth, ha alertado sobre las implicaciones que este hecho podría traer para el país, en los ámbitos económico, político y estratégico, de consolidarse esta propuesta.
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De acuerdo con Falkonerth, citado en un análisis difundido por los medios, “si Estados Unidos eventualmente llegara a recuperar el control sobre el Canal de Panamá, posiblemente Colombia no estaría exenta de importantes impactos económicos, políticos y estratégicos relevantes”.
En este sentido, una de las principales preocupaciones se centra en el comercio internacional y el encarecimiento de los costos logísticos para las exportaciones colombianas hacia mercados clave como Asia y la costa oeste de los Estados Unidos.
Esto podría limitar notablemente la competitividad del país en dichos mercados, mientras que los puertos estratégicos de Cartagena y Buenaventura podrían enfrentar serios desafíos en su operación.
La perspectiva económica no es la única inquietud para Colombia en este hipotético escenario. Desde el punto de vista geopolítico, Falkonerth explicó que “este escenario podría llegar a encarecer los costos logísticos para las exportaciones colombianas hacia mercados claves como lo son Asia y la costa oeste de los Estados Unidos. Esto limitaría nuestra competitividad”, principalmente debido a su tradicional vínculo como aliado estratégico de Washington.
Precisamente con este vínculo, de una u otra forma, por las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, Colombia tendría que inclinarse autónomamente a las decisiones y estrategias comerciales que el país norte americano en beneficio a sus intereses.
Destacó, además, que “Colombia enfrentaría seguramente una mayor presión para alinearse con las políticas estadounidenses, lo que no siempre ha sido una posición cómoda para el país, especialmente ante las diferencias ideológicas actuales entre ambos gobiernos”.
Las acciones de Estados Unidos en torno al canal pueden avivar rivalidades con potencias como China, que tiene un interés significativo en esta infraestructura clave. Falkonerth apuntó que, de materializarse este control, “la rivalidad con China se intensifica y nosotros seguramente quedaríamos en medio de esa puja, obligados a maniobrar con cierta cautela”.
Además, añadió que un eventual aumento de la presencia militar estadounidense cerca del canal, junto a más operaciones antinarcóticos en el Caribe, podría colocarlo como un factor de desestabilización en la región.
A pesar de dichas “afectaciones negativas”, desde el ámbito comercial, el experto vislumbró que este cambio representaría tanto un reto como una posible oportunidad: “Curiosamente, podría abrirse una ventana de oportunidad si los costos en Panamá aumentan, ya que esto obligaría a muchos barcos a buscar rutas alternativas, posiblemente en nuestro territorio”.
Sin embargo, estas oportunidades podrían verse minimizadas ante los costos logísticos y los desafíos geopolíticos vinculados al control de esta vía interoceánica.
La atención del analista político también giró en torno a las relaciones regionales de Colombia. Según Falkonerth, la militarización de territorios cercanos y el aumento de operaciones estadounidenses en el Canal de Panamá pueden exacerbar diferencias ya existentes con vecinos como Venezuela, cuya compleja situación compromete la estabilidad en América Latina y el Caribe.
Esto podría dividir aún más a la región, colocando a Colombia en un delicado equilibrio entre “ser el socio confiable de Washington” y desempeñar “un liderazgo que le permita jugar con inteligencia en ambos frentes”, aseguró Falkonerth.
El regreso de la administración estadounidense al canal no solo derivará tensiones entre vecinos, sino también un posible impacto en el ecosistema comercial y de inversión del país. Al respecto, Falkonerth enfatizó en la necesidad de observar con atención los próximos movimientos: “El reto es inmenso, pero esperaremos a ver qué ocurre”.
Igualmente, prevé un tenso diálogo político entre la administración del presidente Gustavo Petro y Washington, especialmente si la propuesta de Trump avanza a niveles más concretos.
Por ahora, no hay claridad sobre si esta declaración de Trump se traducirá en medidas efectivas de política internacional. Sin embargo, es evidente que tanto las dimensiones económicas como las estratégicas para Colombia dependerán de cómo evolucione esta situación, marcando lo que podría ser un nuevo capítulo en la relación bilateral entre Estados Unidos y la región.