Carlos Zapata, subdirector Científico del Hospital Regional del Magdalena Medio, tuvo que vivir una difícil experiencia en la misma entidad para la que trabaja.
Zapata denunció presuntas irregularidades por la atención médica que recibió cuando sufrió un problema de salud y acudió al hospital que, además, está intervenido desde el año pasado por el Gobierno de Gustavo Petro,
A través de un video, el médico y subdirector científico del centro médico narró cómo la tercera semana de enero de 2025 acudió al servicio de urgencias del hospital tras presentar un intenso dolor abdominal.
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Sin embargo, aseguró haber sido víctima de negligencia médica por parte de uno de los doctores, que, según su testimonio, no le brindó la atención adecuada ni consideró los síntomas que presentaba.
“El día sábado 11 de enero estuve con unos dolores abdominales bastante fuertes y con una distinción abdominal muy severa, debiendo acudir en forma inmediata al Hospital Regional del Magdalena Medio para que se me valorara cuál era el diagnóstico (...) Me dio mucha tristeza ver el trato tan displicente que recibí en el Servicio de Urgencias. Un médico en el consultorio, ni siquiera saludó, ni siquiera dirigió la mirada, ni siquiera se movió para ver para ver qué era lo que yo tenía”, testificó.
Aseguró que tuvo que “esperar a que llegara una doctora, la cual, en forma muy general, me dijo que tenía que venir y esperar. Al cabo de unas horas, me llevaron a un laboratorio, no dieron nunca información de nada, nunca daban información, ni enfermería, ni de Medicina, sobre qué era lo que me estaba ocurriendo”, continuó.
Entonces narró que la travesía se complicó luego de que lo llevaran al servicio de rayos X. Allí si hubo un funcionario que le ayudó, lo conoció, y le comentó que tenía apendicitis. Pero debía regresar al área de urgencias.
“Yo estuve desde las 9 de la mañana y era a las 7 de la noche con unos calores terribles, debido a que los servicios de aire acondicionado no estaban en funcionamiento; me explicaron que tampoco había aire en todo el resto del hospital. Fue una sorpresa bastante grande y desagradable, pues cuando yo estuve ejerciendo como su gerente en el hospital se hizo una labor titánica para lograr su recuperación”.
Además, el médico denunció graves carencias en las instalaciones del hospital. Señaló que la falta de insumos básicos como medicamentos y sábanas para las camillas refleja un evidente abandono y negligencia por parte del agente interventor designado por el Gobierno.
El subdirector relató que, finalmente, logró recibir atención gracias a la intervención de una auxiliar de enfermería que lo reconoció como parte del personal del hospital. Esta profesional le suministró los medicamentos necesarios y le prestaron el cuidado requerido, con un ventilador.
Al día siguiente fue intervenido y llevado a una de las mejores habitaciones. Sin embargo, aclaró que ya después de la cirugía, pese a que la atención mejoró, notó que para notificar algún malestar al personal de enfermería debió “pasar con muchos dolores, hasta que alguno de ellos viniera y se acordara que existía uno ahí”.
Desde luego pudo recibir la ayuda obtenida, en especial, porque algunos de los trabajadores de la salud conocían su gestión como directivo, No obstante, sí dejó muy presente su tristeza.
“Lo más triste que yo pude ver en todo ese proceso es que nunca, ni el personal médico, ni el personal de enfermería, dan las indicaciones claras a los pacientes. Jamás se les dice qué tienen; es bastante increíble lo que está sucediendo en el Servicio de Urgencias”, reconoció.
Pero aseguró que “ese personal es bastante deshumanizado, y eso que yo siendo médico y siendo el subgerente científico, entonces, no me imagino el trato que se le dará a cualquier cristiano que acuda al hospital”, concluyó.