Omar Alejandro Leiva, más conocido por su nombre artístico Piter Albeiro, se consolidó como uno de los mejores humoristas de Colombia luego de participar en el show televisivo Sábados Felices en el que ganó reconocimiento al hacer diferentes papeles y rutinas que gustaban a los televidentes.
No obstante, también hizo presentaciones en diferentes teatros del país, con lo que confirmó así su popularidad, puesto que los shows se llenaban y las retransmisiones en redes sociales cosecharon millones de reproducciones. Leiva, hoy de 47 años de edad, también es empresario. En Estados Unidos fundó una empresa de alquiler de carros, llamada Super Nice Rent a Car. Además, el comediante abrió en 2018 una empresa de fiestas infantiles llamada Switch Doral.
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Todo esto lo logró gracias a su duro trabajo, pero para llegar a ser la persona que hoy en día es, tuvo que pasar por dificultades y una de ellas fue estar preso en una cárcel.
Según comentó en una entrevista que concedió al programa Impresentables, de Los 40 Principales, fue una época compleja a nivel personal, puesto que nunca imaginó estar en estas condiciones, en especial, porque él hacía parte de la Policía Nacional.
De acuerdo con sus palabras, siempre quiso ser comediante, lo que decepcionó a su padre en un principio. Sin embargo, después lo apoyó. Ingresó a la institución y luego de un tiempo sirviendo, tuvo que participar en un operativo de alta relevancia. Todo iba bien. De hecho, lograron aprehender a los delincuentes que buscaban en Tunja (Boyacá=, criminales que tenían la ciudad azotada.
No obstante, en medio del proceso de legalización de captura, se registró un incendio en el lugar donde se encontraban aislados los malhechores. Según el testimonio de Leiva, todo lo originó la colilla de un cigarrillo y, como consecuencia del suceso, uno de los capturados murió en el lugar, mientras que otro que falleció dos días después por las lesiones que sufrió.
“Era un domingo y los teníamos que dejar a disposición de la Fiscalía... Yo me fui para allá y el coronel me pidió que lo esperara, que venía viajando desde Bogotá, por lo que no los podía llevar a la cárcel hasta que no llegaran con los periodistas”, mencionó el humorista.
También recordó todo el proceso en medio de la conflagración y su testimonio a un fiscal: “A mí me salvó que en ese momento estaba con un fiscal, poniéndolos a disposición. Cuando a mí me llaman y me avisan de lo que estaba pasando y yo empiezo como un loco, desesperado, llaman a los bomberos, los sacan, los llevan al hospital. Pero un Fiscal me dice: ‘Hermano, tienen que tomarle una declaración’, porque eso era un problema grave”.
Para su infortunio, Omar Leiva fue acusado de homicidio agravado, incendio y tortura por el fallecimiento de los hombres en el incendio. Por esta razón fue detenido y enviado a prisión, donde estuvo entre 1998 y 2000, hasta que un juez lo absolvió.
Durante el año y medio que el humorista estuvo preso, fue trasladado de cárcel en diferentes ocasiones. Afirmó haber ayudado a varios reclusos con el fin de salvar su vida, teniendo en cuenta el odio que los reos cargan contra los policías retirados. De acuerdo con sus palabras, pasó hambre para que no lo atacaran, puesto que existía el riesgo de que lo envenenaran.
Recordó que fue una temporada difícil, pero que gracias a esto logró madurar mucho y aprender: “Fueron 27 meses duros, muy crueles, salvajes, pero me enseñaron mucho de la vida, a tener los píes en la tierra, a aprovechar mi momento, a que, de pronto, hoy tengo y mañana no, porque la vida de muchas personas cambia de la noche a la mañana”.