En un contexto que comenzó a levantar cuestionamientos en el sector energético colombiano, Ecopetrol enfrenta críticas debido a una serie de despidos que están afectando principalmente a profesionales especializados en gas costa afuera. Según denuncias ciudadanas, esta situación pone en entredicho el valor que la empresa estatal estaría otorgando a la experiencia y trayectoria de sus trabajadores.
La magnitud de los recortes habría superado la decena de profesionales, afectando áreas estratégicas de la compañía. Entre los nombres más destacados se encuentra Carlos Erazo, exgerente de estrategia de regulación, cuya trayectoria incluye cargos como comisionado de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) y viceministro de Energía en el Ministerio de Minas. Su salida causó sorpresa en el sector, dada su reconocida experiencia y contribuciones en la industria.
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Otra figura relevante que habría dejado la compañía es Gabriel Combariza, que ocupaba la vicepresidencia de Yacimientos No Convencionales. Esta área incluye el fracking, una técnica de extracción de hidrocarburos que el actual Gobierno no apoya, lo que podría haber influido en la decisión. Sin embargo, las razones exactas de estos despidos no han sido confirmadas oficialmente.
Los recortes no se limitarían a estas figuras de alto perfil. En la gerencia de Catenare, que supervisa el complejo pozo Tibú en una región marcada por tensiones sociales y de orden público cerca de Catatumbo, también se habrían registrado salidas de personal clave. Del mismo modo, la operación en el campo de la Cira Infantes, reconocido por ser el más antiguo del país desde su apertura en 1918, habría sufrido bajas significativas en su equipo gerencial.
Este fenómeno no es nuevo en Ecopetrol. Anteriormente, ya se había reportado la salida de Carlos Guillermo García, que dirigía la refinería de Barrancabermeja, uno de los complejos industriales más importantes del país. Aunque la empresa no emitió declaraciones específicas sobre esta ola de despidos, las denuncias apuntan a que no estarían relacionadas con recortes presupuestarios. De hecho, quienes hicieron pública la situación aseguran que los despidos se están acompañando de contrataciones para cubrir las vacantes, lo que genera interrogantes sobre las verdaderas razones detrás de estas decisiones.
Desde la gerencia de recursos humanos, Ecopetrol defendió anteriormente sus procesos de selección, afirmando que estos incluyen rigurosas pruebas diseñadas para evaluar no solo el conocimiento técnico de los aspirantes, también su honestidad e integridad. No obstante, la salida de profesionales con destacada experiencia parece estar en contradicción con esta política, lo que suscitó dudas sobre los criterios de reestructuración y contratación de la empresa. Ecopetrol enfrenta el desafío de mantener su competitividad en el sector energético, al tiempo que el de gestionar la percepción pública de sus decisiones internas.
Reservas de Ecopetrol caen al nivel más bajo de la década
El 2024 marcó un año decisivo para Ecopetrol, cuyo panorama está lleno de desafíos estructurales que amenazan su sostenibilidad. Con una reducción proyectada del 4,6% en sus reservas probadas, según Bancolombia, la compañía enfrenta presiones derivadas de la caída en los precios del petróleo, una limitada eficiencia operativa y resultados promedio en exploración. Este escenario plantea una inquietud clave: ¿está preparada Ecopetrol para responder a las demandas del mercado energético global?
Las reservas probadas de la empresa aseguran solo 7,1 años de producción, con un índice de reemplazo de reservas (IRR) del 65%. Esto indica que Ecopetrol no logra reponer lo que extrae, un problema que puede comprometer la autosuficiencia energética y los ingresos fiscales del país. A la par, el consumo de petróleo subió a niveles de 2015, mientras que la producción anual alcanza los 255 millones de barriles, cifras que resaltan una brecha creciente entre oferta y demanda.
En respuesta, la Junta Directiva aprobó una inversión estratégica de USD1.000 millones para 2024-2026. Este esfuerzo busca intensificar la exploración en los pozos Sirius 2 y Komodo 1, y aumentar la producción en tierra firme. Sin embargo, el tiempo apremia y los resultados determinarán su capacidad de adaptación.