En medio de la crisis humanitaria y los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc en el Catatumbo, el presidente Gustavo Petro enfrenta una oleada de cuestionamientos debido a su viaje a Haití. La región fronteriza colombiana sigue registrando altos niveles de violencia que dejan más de 40.000 desplazados y 80 personas asesinadas, de las cuales se han recuperado los cuerpos de 41 víctimas.
Desde Puerto Príncipe, donde permaneció durante seis horas, Petro justificó su visita, destacando la relevancia histórica y estratégica de Haití para América Latina. El mandatario recordó que este país caribeño tuvo un papel fundamental en la independencia de varias naciones, incluida Colombia. “Desconectados con la historia están quienes no saben que fueron las haitianas negras, las que hicieron las primeras banderas tricolor de nuestra patria”, afirmó.
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Petro aprovechó la ocasión para señalar los acuerdos alcanzados durante su breve estadía, entre los que se encuentra el entrenamiento de fuerzas policiales haitianas en Colombia y la implementación de medidas para bloquear rutas de narcotráfico que atraviesan el territorio haitiano. Según sus declaraciones, estas acciones están orientadas a fortalecer la paz y apoyar a la sociedad haitiana, en una muestra de solidaridad internacional. “En mi visita a Haití, de seis horas, establecimos acuerdos para fortalecer la paz y la sociedad haitiana”, comentó el presidente.
Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar. Varios sectores cuestionan si la agenda internacional del mandatario está restando atención a las problemáticas internas, especialmente en una coyuntura tan delicada como la del Catatumbo. A pesar de ello, Petro aseguró que su conexión con los desafíos de Colombia no se interrumpe por sus compromisos en el exterior. “Nadie se desconecta en esta época”, enfatizó.
Con relación con la crisis en el Catatumbo, Petro afirmó que se encuentra en contacto permanente con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, con el que dialogó para coordinar esfuerzos en la frontera. “He dialogado con quien ejerce la presidencia en Venezuela, Nicolás Maduro, para tapar los pasos ilegales, especialmente en el río Catatumbo, y se accione con vuelos de lado y lado”, explicó. El mandatario indicó que su ministro de Defensa fue delegado para establecer un plan conjunto con las autoridades venezolanas, enfocado en combatir el narcotráfico, controlar los “pasos ilegales” y erradicar a los grupos armados ilegales que operan en la región.
En Haití tampoco gustó la visita
La breve visita del presidente colombiano Gustavo Petro a Haití desató una ola de críticas en la población local, no tanto por su llegada, sino por los exorbitantes gastos gubernamentales asociados a su estancia, que superaron los 3,8 millones de dólares. Aunque Petro expresó su agradecimiento por la cálida recepción, los haitianos manifestaron su malestar, considerando las carencias estructurales que enfrenta el país.
Según medios como Diario Libre, Le Nouvelliste y Houston Chronicle, la inversión incluyó la ampliación de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Jacmel, la restauración de electricidad en zonas sin servicio desde hace tres años, reparaciones de calles en mal estado y renovaciones en el ayuntamiento, entre otros gastos.
El descontento radicó en que estas acciones contrastan con la falta de atención a problemáticas urgentes. “¿El gobierno no tiene dinero para sacarnos del campamento o proporcionar seguridad en el país, pero sí tiene 500 millones de gourdes para gastar en sí mismo durante un par de días?”, cuestionó Antoine Jean-Baptiste, un electricista desempleado que vive en un refugio en Puerto Príncipe, una ciudad asediada por pandillas.
Las críticas también apuntan al abandono de sectores esenciales como la educación y la salud. “No pueden pagar a los maestros. Los hospitales están cerrados. ¿Era necesario gastar todo ese dinero por un presidente que estaba de visita?”, añadió Baptiste, reflejando el sentir de una población que exige soluciones duraderas, no gestos simbólicos.