Gustavo Bolívar sacó en cara a los “neofascistas”, como llama a la oposición, el informe de la JEP sobre La Escombrera

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) presentó un informe detallado sobre los avances en las intervenciones forenses realizadas en La Escombrera, un sitio ubicado en la Comuna 13 de Medellín. Este lugar se convirtió en un símbolo de las atrocidades cometidas durante el conflicto armado en Colombia, dado que sirvió como una de las mayores fosas comunes clandestinas del país; en esta ocasión, los hallazgos fueron respaldados públicamente por Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), que destacó la relevancia del informe para preservar la memoria histórica.

La Escombrera, según la JEP, fue el lugar donde, entre 2001 y 2004, grupos armados enterraron a sus víctimas tras desapariciones forzadas, ejecuciones y actos de violencia extrema. Este sitio, que alguna vez funcionó como vertedero de escombros, es conocido por ser el escenario de múltiples crímenes cometidos en el contexto del conflicto armado.

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Las intervenciones forenses realizadas hasta la fecha permitieron la recuperación de restos humanos correspondientes a cuatro personas, entre ellas una mujer joven. Todas las víctimas presentaban signos de violencia peri mortem —un breve intervalo cercano al momento de la muerte— incluyendo tiros de gracia, y al menos uno de los casos muestra indicios de tortura previa a la ejecución.

En respuesta a los hallazgos, Gustavo Bolívar utilizó sus redes sociales para pronunciarse sobre la importancia del informe presentado por la justicia transaccional. En su cuenta oficial de X el alto funcionario afirmó: “Para los neofascistas que viven borrando la memoria: JEP confirma que restos hallados en la Escombrera tenían tiros de gracia y fueron desaparecidos entre 2002 y 2003″.

Además de este mensaje, el funcionario público y allegado al presidente de la República, Gustavo Petro, compartió dos capturas de pantalla del documento emitido por la Jurisdicción Especial para la Paz, respaldando su declaración.

El informe resalta la complejidad del proceso forense llevado a cabo en La Escombrera, que comenzó en julio de 2024 y ha involucrado a equipos multidisciplinarios, organizaciones de víctimas y familiares de los desaparecidos. Este trabajo forma parte del Subcaso Antioquia del Caso 08, en el que la JEP investiga los crímenes cometidos durante el conflicto armado, con especial atención a las desapariciones forzadas y ejecuciones en la Comuna 13.

La intervención en La Escombrera se dividió en cinco fases estructurales:

• Investigación humanitaria: Recolección de testimonios y documentación histórica para identificar posibles zonas de búsqueda.
• Estudios interdisciplinarios del suelo: Análisis geológico y técnico para determinar las características del terreno.
• Delimitación del polígono de búsqueda: Identificación de un área específica de 6.800 metros cuadrados mediante herramientas como aerofotografía e imágenes satelitales.
• Propuesta de intervención forense: Planificación de las excavaciones y recuperación de restos.
• Ejecución del trabajo forense: Excavación hasta una profundidad de 15 metros en áreas clave.

Entre los restos recuperados, la evidencia forense reveló patrones de violencia consistentes con testimonios sobre desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. Los hallazgos refuerzan las denuncias presentadas por familiares de víctimas y organizaciones de derechos humanos desde hace más de dos décadas.

La Comuna 13 fue un territorio de intensa disputa armada entre guerrillas, paramilitares y la fuerza pública durante los primeros años de la década de 2000. En esta zona, las 34 operaciones militares realizadas entre 2001 y 2004 agravaron la crisis humanitaria, al resultar en cientos de desapariciones forzadas, mal llamados ‘falsos positivos’ y ejecuciones sumarias. La población civil quedó atrapada en el fuego cruzado y, en muchos casos, fue blanco directo de acciones violentas.

Desde 2019, la JEP recopiló testimonios y documentación que permitieron identificar las áreas prioritarias en La Escombrera para realizar intervenciones forenses. Este esfuerzo tiene como objetivo no solo recuperar restos humanos, sino proporcionar a las familias de las víctimas las respuestas que buscan durante años y contribuir al esclarecimiento de la verdad histórica.

La entidad se pronunció frente a las figuras mediáticas que han cuestionado la autenticidad de los casos relacionados con desapariciones forzadas en La Escombrera. En su mensaje, advirtió que este tipo de afirmaciones representa una forma de “ignorar el trabajo de investigación judicial” y señaló la importancia de tratar estos temas con seriedad.

En su comunicado, la JEP señaló: “Sugerir que fueron las propias familias quienes enterraron a sus seres queridos en La Escombrera es desconocer y negar la magnitud del sufrimiento que han atravesado por décadas. Es también menospreciar la incansable lucha que las ha mantenido firmes en su búsqueda de la verdad”.

El organismo judicial también resaltó la labor realizada por diversas instituciones y equipos técnicos: “Es ignorar el trabajo de investigación judicial que desarrolla la Jurisdicción y que en su momento realizó la Fiscalía General de la Nación. Es desestimar los estudios de los equipos técnicos y forenses, los aportes de quienes cometieron estos graves crímenes y los testimonios de las víctimas”.