El capítulo 13 de Yo me llamo sorprendió a los televidentes con un momento inesperado que involucró al jurado Rey Ruiz y a la imitadora de Selena Quintanilla.
Este episodio, que marca el inicio de la dinámica ‘De 63 a 51’, trajo consigo varias emociones, pero fue la interacción entre Ruiz y la participante quien interpretó la canción Si una vez lo que captó la atención de los asistentes y televidentes.
La nueva etapa del programa fue explicada por el jurado, César Escola, el cual indicó cuáles son las reglas del momento, cómo cambió la dinámica y qué significa el nombre con el que la titularon.
“Tenemos 63 candidatos, pero solamente 51 ingresarán a la Escuela. Esto significa que eliminaremos a tres participantes por cada episodio, ¿qué les parece?”.
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Amparo Grisales, por su parte, invitó a los televidentes a observar con atención la evolución de los imitadores. En esta fase, los jurados buscan elegir a quienes demostrarán su mejor potencial con ayuda de los profesores de la famosa escuela del reality.
Entre los primeros concursantes que se presentaron estuvieron imitadores de Raphael, Wisin y Yandel, Gloria Estefan, Romeo Santos y Selena Quintanilla. Fue esta última quien se robó el protagonismo de la noche porque desató una reacción en el jurado Rey Ruiz que no se esperaba.
Su actuación no solo cautivó al público, sino que también lo hizo con el cantante cubano, el cual decidió subir al escenario y bailar con ella.
Aunque para algunos televidentes este gesto fue un halago hacia la participante, otros lo calificaron como una interrupción irrespetuosa de la presentación y también de coqueteo. Sin embargo, el jurado no se limitó a disfrutar del momento y, posteriormente, elogió el esfuerzo y la autenticidad de la imitadora durante la retroalimentación.
De acuerdo con lo que se pudo ver al aire, en primer lugar fue César el que se levantó de su silla para bailar, emocionado por la buena presentación que estaba haciendo la imitadora, en ese momento buscó a Amparo para que fuera su pareja y disfrutar del concierto juntos, sin embargo, la jurado no se puso de pie, así que lo acompañó solo con sus manos.
Fue en ese instante cuando llegó la reacción de Rey Ruiz, ya que al ver que Escola se sentó le dijo que se fuera a bailar con la participante, pero en vista de que no lo hizo, tomó la iniciativa y fue él mismo hasta el escenario para acompañar a la joven que estaba interpretando a Selena Quintanilla.
En unos momentos dieron unos pasos de baile, pero la imitadora siguió con su presentación, así que hubo espacios en los que Ruiz estuvo de pie al lado de ella.
Al finalizar su presentación, Escola le preguntó a Rey Ruiz sobre cuál había sido su sentimiento en ese momento para ir a bailar con la mujer, a lo que él contestó que solo había sido por un tema de hombría: “Sentí que me estabas haciendo competencia y yo dije: ‘No, no me vas a ganar’”.
Cuando llegó la retroalimentación por parte de los jurados, César Escola, le dijo que había notado que estaba mal de la voz, pero le sugirió que tomara agua antes de subir al escenario para que no se le resecara.
Por su parte, Amparo Grisales, la felicitó por su show, mientras le decía que le notó desgarro en su voz en algunos momentos, pero que era algo que se podía manejar en la escuela. Además, la elogió por su belleza y por el parecido con la fallecida cantante.
Finalmente, ocurrió otro momento inesperado que también desató una ola de comentarios en las redes sociales por parte de los televidentes, pues la joven imitadora pidió saludar personalmente a los jurados y cuando se acercó a la mesa, comenzó con César Escola, luego con Amparo Grisales y, finalmente, con Rey Ruiz.
En ese momento sucedió el gesto que no pasó desapercibido: Ruiz notó que la participante tenía un poco de labial fuera de lugar y, sin dudarlo, se acercó para limpiarlo. Este detalle llevó a mensajes y bromas porque parecía que Rey Ruiz había quedado “flechado” por la imitadora.
Pero también hubo quienes expresaron su descontento con la actitud de Ruiz, calificándola de poco profesional, mientras que otros defendieron el gesto como una muestra de cercanía y humanidad hacia la participante.