Una operación conjunta entre la Guardia Civil y Europol logró desarticular una organización criminal dedicada al tráfico internacional de cocaína y al blanqueo de capitales en España.
La red operaba principalmente desde Barcelona, aunque sus actividades se extendían a otras ciudades del país. La investigación, que comenzó en 2022, culminó con la detención de 25 personas, de las cuales 22 ya están en prisión, y la incautación de más de seis millones de euros en efectivo, drogas, armas de guerra y vehículos de lujo, según lo informó la Guardia Civil de España.
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De acuerdo con las autoridades, el grupo criminal introducía llevaba la droga a España en contenedores que transportaban productos aparentemente legales, como maquinaria industrial y frutas tropicales.
La estructura de la organización estaba jerárquicamente organizada, con roles específicos que incluían inversores, testaferros, personal portuario y encargados del blanqueo de beneficios.
El líder de la red, colombiano y conocido como ‘Lucky’, coordinaba las operaciones desde El Prat de Llobregat, municipio de Barcelona, y utilizaba intermediarios para ocultar su implicación directa en las actividades ilícitas.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción 3 de Lérida, comenzó el 4 de enero de 2022, cuando se interceptaron 620 kilogramos de cocaína ocultos en el rotor de un generador eléctrico en Lleida.
Este envío había sido importado por una empresa panameña, lo que llevó a las autoridades a establecer sistemas de seguimiento y alertas sobre otros envíos relacionados con la misma compañía.
En junio de 2022, se detectó un cargamento en el aeropuerto de Madrid-Barajas que contenía doscientas cajas de piñas destinadas a la empresa investigada. Dentro de estas, se encontraron más de 62 kilogramos de cocaína. Este hallazgo permitió a los investigadores identificar a varios miembros de la red y rastrear sus actividades hasta Barcelona.
Durante el proceso, se incautaron de más cargamentos de droga en puertos internacionales, incluyendo tres contenedores en Panamá con un total de 4.100 kilogramos de cocaína, y dos en España con 700 y 1.600 kilogramos respectivamente.
La operación se desarrolló en tres fases principales. En la primera, se detuvo a tres personas y se investigó a otras ocho, además de incautar 620 kilogramos de cocaína y 181.000 euros en efectivo. En la segunda fase, se interceptaron más de 62 kilogramos de cocaína ocultos en piñas procedentes de Costa Rica, lo que resultó en la detención de cuatro personas y la confiscación de 7.900 euros.
La tercera fase, que marcó el desenlace de la investigación, incluyó 29 registros en ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Cádiz.
En estos operativos, las autoridades incautaron más de seis millones de euros en efectivo, drogas como marihuana y cocaína rosa (conocida como ‘tusi’), vehículos con compartimientos ocultos para transportar droga y un arsenal de 48 armas de guerra, entre las que se encontraban fusiles, escopetas y pistolas con silenciador.
Según detalló The Objective, la operación fue posible gracias a la colaboración entre diversas unidades nacionales e internacionales, incluyendo el Centro de Inteligencia Criminal Antidroga y el Proyecto Gdin, financiado por la Comisión Europea. Las autoridades compartieron información con países como Costa Rica, Panamá, Dubái y Colombia, lo que permitió rastrear las conexiones internacionales de la organización.
El líder de la red, conocido como ‘Lucky’, era descrito por las autoridades como una persona con amplio conocimiento del negocio del narcotráfico y con gran influencia dentro de la estructura delictiva. Bajo su mando operaban dos lugartenientes, quienes se encargaban de descentralizar las operaciones para reducir riesgos en caso de intervenciones policiales.
En una rueda de prensa, el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, destacó la complejidad de la operación y la importancia de desarticular completamente la estructura del grupo criminal. Según Prieto, la clave del éxito radicó en la paciencia, la investigación exhaustiva y la cooperación entre las fuerzas de seguridad.
Por su parte, el general jefe de la Guardia Civil de Cataluña, Pedro Antonio Pizarro, subrayó que uno de los logros más significativos fue la incautación de droga antes de que llegara a territorio nacional, lo que demuestra la eficacia de la colaboración internacional.
Además del tráfico de drogas, las autoridades expresaron su preocupación por la cantidad y el tipo de armas incautadas durante los operativos. Entre el arsenal se encontraban armas largas automáticas, pistolas taser y puños americanos, lo que representa un riesgo relevante para la seguridad pública.