Nuevo giro en la historia de la masacre en Aguachica: ‘La Diabla’ habría mandado a asesinar al pastor Lora y a ella la buscaba el Clan del Golfo

Los detalles que se han conocido luego del asesinato de Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida con el alias de la Diabla, han dejado nuevos hilos de investigación que podrían ayudar a esclarecer los móviles de la masacre de la familia Lora Rincón, en un restaurante de Aguachica, César, el 29 de diciembre de 2024.

Como se aseguró días después, y como parte de los hallazgos tras investigaciones, se señalaron vínculos entre el pastor Marlon Yamith Lora (padre de familia y una de las cuatro víctimas del homicidio múltiple) con el esposo de alias la Diabla, Alexánder González Pérez, alias el Calvo.

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Pese a que en vida y días antes de su homicidio, Sánchez Polanco aseguró que no tenía nada que ver frente a la masacre que se produjo en Aguachica, y donde además del pastor de la iglesia Príncipe de Paz, también fueron asesinadas su esposa Yorley Rincón, y sus hijos Ángela Lora Rincón, de 21 años y Santiago Lora Rincón, de 19 años, que murió el 31 de diciembre 2024.

Sánchez Polanco, alias la Diabla, fue asesinada en un hotel de Medellín ubicado por el sector de Laureles el miércoles 22 de enero de 2025.

En esa ocasión, alias La Diabla dijo en entrevista con El Tiempo dijo que “me quieren utilizar a mí como cortina de humo y quieren involucrar a inocentes para tapar la verdad. La verdad que todo el mundo quisiera saber. Hago responsable a las autoridades de todo lo que me pueda pasar a mí y a los míos”.

Sin embargo, detalles que fueron revelados por el periodista Jacobo Solano Cerchiaro, desvirtuarían a Sánchez Polanco, y le darían razón a las autoridades y los presuntos nexos que sostuvieron en vida el pastor Lora y alias el Calvo.

Según el periodista que señaló en redes a “la Diabla” como la responsable de la masacre de la familia Lora Rincón, ella habría sido la encargada de planificar todos los detalles del homicidio múltiple.

“Era la esposa de Alexander González Pérez, alias “el Calvo”, un narco que vivía en el conjunto residencial La Arboleda, en la vía que conduce de Aguachica a Gamarra donde dejaron botados dos carros deportivos, dos cuatrimotos”, inició explicando Solano. Esto referente a las propiedades que dejó su pareja sentimental asesinada el 27 de diciembre de 2024, dos días antes de la tragedia de la familia Lora Rincón.

“‘La Diabla’ estuvo detenida meses antes por temas de extorsión y narcotráfico; tenía anotaciones por homicidio y hurto calificado, además de haber sido víctima de lesiones por armas de fuego y de injuria y calumnia. Era oriunda del municipio de Gamarra, Cesar, pero fue con “el Calvo” que logró hacer un gran capital con contactos en el Catatumbo para sacar cocaína”, explicó el comunicador.

En poco tiempo, esta mujer fue considerada como la “gran capa de la zona; era una mujer despiadada que no le temblaba la mano para mandar a matar. Portaba una pistola y algunas personas en Gamarra aseguran que portaba dos fusiles”. Estos detalles que mencionó Solano, dan cuenta del poder que llegó a manejar gracias a las actividades ilegales que realizaba alias El Calvo.

Uno de los detalles que más llaman la atención frente a lo que menciona el periodista en su cuenta de X, es que Sánchez Polanco “siempre cambiaba de aspecto; una semana podría estar de pelo rubio y la otra de pelo negro. Usaba pelucas y disfraces”.

Un detalle que no tenía en el radar alias el Calvo, era que su propia pareja lo estaba engañando. Incluso, el hombre con el que ahora estaba andando alias la Diabla, se confabuló con ella para tenderle una trampa y llevarlo con engaños hasta un paraje en El Banco, Magdalena, donde el nuevo compañero de Sánchez Polanco estaba esperando González Pérez.

“Lo estaba esperando el amante con dos sicarios que le pegaron varios tiros y lo arrojaron al río Magdalena. La Diabla regresa a Aguachica y comienza a recoger dineros de su exesposo; además, se queda con una droga almacenada en una bodega del Clan del Golfo. Una fuente me precisa que fueron 300 kilos de cocaína”, precisó Solano.

Sobre el motivo que llevó en principio a terminar con la vida del pastor y la familia del religioso, Alias la Diabla, luego de deshacerse de alias El Calvo volvió hasta el municipio de Aguachica (Cesar) con un solo objetivo en la mente: “recuperar todo a sangre y fuego”, precisó Solano. Para esto, agregó el investigador y periodista, el 28 de diciembre de 2024 la mujer habría sostenido una conversación con Marlon Yamith Lora. En esa charla tuvieron un desacuerdo por cuestiones relacionadas con dinero.

Al no llegar a un acuerdo, alias la Diabla habría tomado la decisión de asesinarlo. Para llevar a cabo su plan, lo citó el domingo 29 de diciembre en el restaurante de hamburguesas cercano a la iglesia, donde minutos después hombres armados en motocicletas sembraron en el terror en la zona con la lluvia de plomo que arreció y dejó las tres víctimas fatales en principio, y que luego al final fueron los cuatro miembros de la misma familia del pastor Lora.

Alexánder González Pérez, alias el Calvo, “era muy amigo del pastor Marlon Lora, desde mucho antes de que se iniciara en el mundo del narcotráfico”, reveló Solano.

La relación entre ambos se consolidó a través de las acciones con las que González Pérez se ganó la confianza del religioso, a través de sus obras y donativo como benefactor de la iglesia cristiana. Agregó el comunicador que fue tal el nivel de la amistad que habrían forjado Marlon Yamith Lora y alias El Calvo, que el padre de familia “lo buscaba para orar y que lo escuchara”.

Pero la ambición y la sed de poder en alias la Diabla no habían sido saciadas. Más aún, porque según lo que dijo Solano, la mujer juraba que “el pastor tenía carros, bienes y algún dinero de su exmarido, información que no se ha precisado porque las autoridades han dejado el caso sin resolver, y porque, según fuentes en Aguachica, la policía también estaría involucrada”, aseveró el periodista colombo-italiano.

Debido a que no calculó la dimensión de las consecuencias que podría desencadenar el homicidio del pastor y familia, “cuando su nombre comenzó a sonar en redes sociales porque algunos testigos la reconocieron en el lugar de los hechos, de inmediato escapó de Aguachica hacia Barrancabermeja con su hijo de 9 años, donde pasó Año Nuevo y donde permaneció por una semana”, expresó Solano en su investigación.

Con su foto circulando en cuanto grupo de difusión y red social en toda Colombia, esto llevó a que su amante, debido a que las autoridades la estaban buscando, parecía sospechar que todo no terminaría de la mejor manera y decidió finalizar su relación con ella.

En este punto, y debido a que los 300 kilos de cocaína (que se quedó ella al tomarlos de una bodega del Clan del Golfo) “también se perdieron, (...) es ahí donde el Clan del Golfo decide buscarla por cielo y tierra”, comentó el comunicador. Esto llevó a la aparición de otro actor que fue fundamental para la comisión del homicidio en Laureles: la Oficina de Envigado.

Debido a todo lo anterior, en medio del agobio y el desconsuelo por todo lo que le estaba ocurriendo, tomó la fatídica decisión de trasladarse por carretera hasta Medellín, y llega al hotel ubicado en Laureles, donde se ocultó hasta el miércoles 22 de enero, día de su muerte.

Pero “varias llamadas que hizo desde su celular lograron dar con su paradero”, afirmó Solano. En ese punto los hombres que prestan sus servicios a la temida organización criminal en la capital de Antioquia, le habrían facilitado la búsqueda de alias La Diabla al Clan del Golfo. Esto hizo que la rastrearan. En otras palabras, le “ayudaron” a dar con el objetivo que tenía en la mira.

Ese miércoles en horas de la noche la mujer fue baleada en cinco oportunidades. De esos tiros, dos fueron en su rostro, dos en el brazo y uno en el cuello. Este detalle es inequívoco en el mundo del sicariato, y un claro mensaje de que, como dicen entre bandidos, “las debía”. Aún con signos vitales, la trasladaron al Hospital San Vicente Fundación, donde falleció Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias la Diabla.

Se espera que las autoridades en Cesar se pronuncien ante la grave acusación que mencionó Solano, sobre la aparente participación de las autoridades de Aguachica en la masacre.