En el municipio de Silvia, ubicado en el oriente del departamento del Cauca, se han intensificado los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc, específicamente el frente Dagoberto Ramos, y el ELN.
Según reportaron medios radiales, los combates se desarrollan en territorios indígenas de los resguardos Tumburao, La Gaitana y Kizgo, así como en zonas rurales como el corregimiento de Usenda, Alto Calvario y Loma Amarilla.
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Las comunidades indígenas han denunciado que la población permanece confinada debido a la violencia, mientras los grupos armados utilizan viviendas como escudos y patrullan los caseríos.
De acuerdo con RCN Radio, los enfrentamientos han afectado gravemente a las comunidades indígenas, quienes se encuentran atrapadas en medio del conflicto. También se ha informado que los grupos armados han recurrido a tácticas como el uso de viviendas civiles para protegerse, lo que pone en riesgo directo a los habitantes de la zona. Además, las comunidades han solicitado a los actores armados que respeten la vida de los civiles y cesen las acciones que los exponen al peligro.
El líder indígena Jorge Sánchez expresó su preocupación por el recrudecimiento de la violencia en el municipio de Silvia y sus alrededores. En sus declaraciones, enfatizó que el control territorial pertenece a las comunidades y no a los grupos armados.
“Somos dueños de nuestra historia, los violentos no pueden quebrantar nuestros caminos”, afirmó Sánchez, quien también hizo un llamado urgente a los actores del conflicto para que cesen las hostilidades y respeten la vida de los habitantes.
Sánchez destacó que los enfrentamientos no solo han afectado la tranquilidad de las comunidades, sino que también han generado un estado de alerta constante entre los residentes. Según el líder, los combates han sido recurrentes en los últimos días, lo que ha llevado a un aumento en el confinamiento de las comunidades indígenas y ha limitado su capacidad para realizar actividades cotidianas.
Ante la gravedad de la situación, las comunidades indígenas han emitido recomendaciones para los habitantes y transeúntes de las zonas afectadas.
En un comunicado, se solicitó a los residentes que permanezcan en sus hogares y eviten desplazarse por las áreas donde se registran enfrentamientos, como el corregimiento de Usenda, Alto Calvario y la vereda de Penebio, en el resguardo indígena de Kizgo. Asimismo, se instó a la población a no manipular ni mover objetos sospechosos que puedan representar un riesgo.
El comunicado también incluyó un llamado a los grupos armados para que cesen el uso de la población civil como escudos humanos y respeten los derechos fundamentales de las comunidades. Las autoridades indígenas reiteraron la importancia de mantener la calma y priorizar la seguridad de los habitantes en medio de esta crisis.
Ataque con cilindros bomba en Toribío: la comunidad indígena frustra un atentado contra la Policía
Un intento de ataque con cilindros bomba, conocidos como tatucos, dirigido contra la estación de Policía de Toribío, en el norte del departamento del Cauca, fue frustrado por la intervención de la comunidad indígena local.
Según informó el medio Tejido de Comunicación, de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, el incidente ocurrió la noche del miércoles 22 de enero, cuando miembros de una disidencia de las Farc detonaron uno de estos artefactos explosivos en un corredor vial que conecta con la zona de Tacueyó. Hasta el momento, no se han reportado víctimas entre civiles o uniformados.
De acuerdo con el periódico regional El País de Cali, tras la explosión inicial, integrantes de la Guardia Indígena acudieron al lugar y descubrieron que los subversivos planeaban lanzar más tatucos contra la estación policial.
Los pobladores alertaron a las autoridades y trataron de disuadir a los atacantes, quienes respondieron con ráfagas de fusil. A pesar de la peligrosa situación, la intervención de la comunidad logró frustrar el ataque en un primer momento.