El cuerpo sin vida de Zaida Andrea Sánchez Polanco, una mujer que se encontraba hospedada en un hotel del barrio Laureles, en Medellín, fue hallado tras ser asesinada por sicarios el pasado miércoles 22 de enero.
Según informó El Tiempo, las autoridades investigan si Sánchez fue confundida con Ángela Lora, hija del pastor Marlon Lora, ambos asesinados en diciembre de 2022 en Aguachica, Cesar, en un ataque que conmocionó a la comunidad local.
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De acuerdo con el medio, Sánchez había llegado a Medellín hacía algunas semanas y portaba documentos que confirmaban su identidad. Sin embargo, su muerte despertó interrogantes debido a las posibles conexiones con el caso de la familia Lora, que fue víctima de un ataque armado en el restaurante Sorbetes y Jugos en Aguachica.
En ese entonces, se especuló que los sicarios buscaban a Ángela Lora, pero las circunstancias exactas del crimen aún no han sido esclarecidas.
De acuerdo con el informe presentado por el Sistema de información para la seguridad y reseñado por RCN Radio detalla que la mujer: “Presenta 2 heridas en rostro, 2 heridas en antebrazo izquierdo y 1 herida en región intercostal, ocasionadas con arma de fuego”. Así mismo, se conoció que Sánchez Polanco se encontraba a las afueras de un hotel cercano al lugar en donde se encontraba hospedada desde hace varias semanas.
El pasado de Zaida Andrea Sánchez también captó la atención de las autoridades. Según El Tiempo, Sánchez era pareja de Alexander González Pérez, conocido como “El Calvo”, que fue asesinado días antes en El Banco, Magdalena.
González Pérez, según registros policiales, tenía antecedentes relacionados con el narcotráfico, aunque Sánchez negó esta información en entrevistas previas con el medio.
En dichas declaraciones, Sánchez también rechazó la teoría de que su asesinato pudiera estar relacionado con una confusión con Ángela Lora, argumentando que no existía parecido físico entre ambas.
Además, su abogada respaldó esta afirmación, señalando que Sánchez había rendido declaración ante la Sijín el mismo día de la masacre de los Lora, lo que, según ellas, descartaría cualquier vínculo directo con el caso.
Así mismo, alias “La Diabla” contaba con anotaciones por hurto del 31 de diciembre de 2017, por homicidio del 7 de mayo de 2021. Del mismo modo, la mujer había sido víctima de de hurto calificado el 3 de agosto en 2024, de lesiones el 26 de julio de 2019, y también de injuria y calumnia el 12 de mayo de 2017.
Zaida Andrea Sánchez, nació en Gamarra, Cesar, y una vez llegó a la adultez se trasladó al municipio de Aguachica en ese mismo departamento.
Entre otros líos judiciales, Sánchez estaba vinculada a un proceso judicial en el que se le acusaba de formar parte de una red de extorsión en Aguachica. Según detalló la Unidad Investigativa de El Tiempo, esta red habría estado involucrada en el asesinato de una víctima.
Sánchez afirmó que su implicación en el caso se basaba únicamente en el testimonio de un preso y denunció haber sido objeto de presiones por parte de miembros de la Sijín, lo que la llevó a estar detenida en 2021. “Uno de los oficiales ya pidió la baja de la institución y nos vamos a defender en juicio. Yo soy inocente”, declaró Sánchez al medio citado.
Otro aspecto que generó interés en la investigación es el estilo de vida que Sánchez exhibía en redes sociales. La joven publicaba imágenes en las que aparecía junto a vehículos de alta gama, los cuales, según las autoridades, están registrados a nombre de terceros. Estos bienes están siendo rastreados por los investigadores como parte de las pesquisas para determinar posibles conexiones con actividades ilícitas.
El asesinato de Sánchez en Medellín reavivó las preguntas sobre las redes de crimen organizado y las posibles confusiones que pueden desencadenar actos de violencia. Mientras las autoridades continúan investigando, el caso pone de manifiesto la complejidad de las dinámicas criminales en regiones como Aguachica y Medellín, donde los vínculos entre narcotráfico, extorsión y violencia generan un panorama de incertidumbre y temor.
Detalles de la masacre de los Lora
El asesinato de Marlon Lora, pastor evangélico, su esposa y su hija Ángela en diciembre de 2022, marcó un episodio trágico en Aguachica. Los sicarios irrumpieron en el restaurante donde se encontraban las víctimas y abrieron fuego, dejando un saldo de tres muertos y varios heridos entre los que estaba el hijo del pastor, Santiago Lora.
Sin embargo, el hijo del Marlon Lora murió dos días después en la clínica de Alta Complejidad de Aguachica, aumentando el saldo de personas fallecidas a cuatro.
Aunque las autoridades han manejado diversas hipótesis, una de las líneas de investigación apunta a que el ataque podría haber estado dirigido específicamente contra Ángela Lora, quien habría sido el objetivo principal.
El caso de Zaida Andrea Sánchez, ahora vinculada indirectamente a este episodio, añade un nuevo capítulo a una historia que sigue sin resolverse por completo. Las autoridades trabajan para determinar si su asesinato en Medellín está relacionado con la masacre de los Lora o si responde a otros motivos dentro del entramado delictivo que rodea a las víctimas.
Mientras los investigadores avanzan en el esclarecimiento de los hechos, el caso de Sánchez pone en evidencia los riesgos que enfrentan quienes, de manera directa o indirecta, se ven involucrados en redes de crimen organizado. Las autoridades están analizando todas las posibles conexiones entre los casos de Aguachica y Medellín, así como los antecedentes de las víctimas y sus vínculos con actividades ilícitas.
El asesinato de Sánchez y su posible confusión con Ángela Lora subrayan la complejidad de las dinámicas criminales en Colombia, donde las disputas entre grupos armados y las actividades ilegales generan un clima de violencia que afecta a múltiples regiones del país.