El hallazgo de restos humanos en La Escombrera, un sector de la Comuna 13 que durante varios años se afirmó, mediante denuncias, que era una fosa común, se ha convertido en uno de los temas más mencionados a nivel nacional; esto se debe a que el descubrimiento se registró 22 años después de las primeras denuncias y tras 15 de búsqueda.
Mientras la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) preparaba el primer informe sobre el hallazgo, en el país se generó una polémica por los murales con la frase “Las cuchas tenían razón”, que eran una referencia a los señalamientos de madres de jóvenes víctimas desaparición forzada que podrían haber sido arrojados a La Escombrera.
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No fue sino hasta la tarde del 23 de enero que la JEP publicó el primer informe quincenal sobre la intervención en este lugar, en el que destacaron que se ha identificado que los restos encontrados son de al menos cuatro personas, entre ellos una mujer, y que todos fueron víctimas de desaparición forzada entre 2002 y 2003.
Desde el mecanismo de justicia transicional informaron que luego de remover más de 37.000 metros cúbicos de tierra y escombro, se llegó al área de interés sobre la desaparición forzada de cientos de jóvenes, principalmente entre 2001 y 2004.
Sobre los restos humanos, indicaron que las valoraciones preliminares indican que las estructuras óseas corresponden a cuatro personas, que todas las muestras presentan signos de violencia como causa de muerte y lesiones compatibles con proyectiles de arma de fuego (tiros de gracia) y que algunos tienen elementos y objetos con los que se podrá identificar la identidad de la víctima.
La JEP destacó que desde que se registraron las primeras denuncias sobre el uso de La Escombrera como una fosa común en 2001, esta es la primera vez que se encuentran restos humanos, lo que permitirá que la investigación y la búsqueda siga vigente hasta remover toda la tierra que fue arrojada con la intención de esconder los cuerpos de los asesinados.
Además de la cantidad de restos de personas que han sido descubiertos, se reveló que dos de las víctimas fueron enterradas en el mismo lugar que fueron asesinadas, con lo que se podrá confirmar que La Escombrera también sirvió como sitió de ejecución.
La JEP también envió un mensaje a las figuras mediáticas que han puesto en duda la veracidad de los casos sobre desaparición forzada, indicando que hacer ese tipo de señalamientos es “ignorar el trabajo de investigación judicial”, por lo que pidieron “abordar las diferencias con el rigor que requiere un tema tan complejo”.
“Sugerir que fueron las propias familias quienes enterraron a sus seres queridos en La Escombrera es desconocer y negar la magnitud del sufrimiento que han atravesado por décadas. Es también menospreciar la incansable lucha que las ha mantenido firmes en su búsqueda de la verdad. Es ignorar el trabajo de investigación judicial que desarrolla la Jurisdicción y que en su momento realizó la Fiscalía General de la Nación. Es desestimar los estudios de los equipos técnicos y forenses, los aportes de quienes cometieron estos graves crímenes y los testimonios de las víctimas. Por eso, desde la magistratura hacemos un llamado a abordar las diferencias con el rigor que requiere un tema tan complejo y delicado como la búsqueda de los desaparecidos y el sufrimiento indecible de sus familias”.
Además de los hechos registrados durante la operación Orión en la comuna 13 se ha denunciado la desaparición de al menos 502 personas; sin embargo, debido a que se afirma que la cifra podría ser superior, pero que en algunos casos los seres queridos no denunciaron para evitar represalias, la JEP ha pedido que se sumen las restantes, así como las muestras de ADN de los familiares presuntas víctimas.
“La JEP y la UBPD invitan a estas personas a acercarse a cualquiera de las sedes de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas a nivel nacional o a comunicarse a la línea 018000-117175 para realizar la toma de muestras biológicas”, es parte del informe.
Sobre ese aspecto, se destaca que el proceso de identificación avanza de manera positiva, puesto que se ha logrado obtener el perfil genético de las víctimas y esto hace que la identificación de sus restos pueda ser más rápida, ya que en los encontrados la estructura ósea se conserva hasta en un 85%.
Por último, la JEP agradeció a los familiares de las víctimas que han acompañado al equipo de trabajo durante la búsqueda de los restos, recordando que cuentan con un área psicosocial que responde las diferentes preguntas que ellos puedan tener sobre los hallazgos y el plan de trabajo.
“Una de las cosas más importantes aquí es que logramos unir a las entidades para que trabajaran por nuestras familias, para traer la maquinaria, para que buscaran”, indicó al respecto Luz Elena Galeano, que lleva 16 años buscando a su esposo, Luis Javier Laverde.