El expresidente de Colombia Iván Duque aprovechó su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, para lanzar fuertes críticas contra el líder del régimen venezolano Nicolás Maduro.
En una entrevista con La W, Duque calificó a Maduro como un “dictador” y lo señaló como “un criminal de lesa humanidad”. Sus declaraciones han reavivado el debate sobre la situación política en Venezuela y las implicaciones regionales de su permanencia ilegítima en el poder.
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Duque, quien fue declarado persona non grata por la Asamblea Nacional de Venezuela —lo mismo ocurrió con el expresidente Álvaro Uribe—, afirmó que este tipo de decisiones no lo afectan, sino que las considera como un reconocimiento a su defensa de los valores democráticos. “A mí me parece un honor que los dictadores del continente lo llamen a uno su enemigo, porque soy un defensor de la democracia”, declaró con firmeza.
Denuncia ante la Corte Penal Internacional
El expresidente Duque también reveló que presentó una denuncia contra Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI), organismo encargado de investigar y juzgar los crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio. Según el exmandatario colombiano, es fundamental que se emita una orden de arresto contra Maduro y que Estados Unidos aumente la recompensa que ofrece por su captura y la de otros altos funcionarios del régimen, como Diosdado Cabello.
“Esperamos que ese régimen caiga”, afirmó categóricamente, dejando claro su deseo de ver un cambio político en Venezuela. Para Duque, la salida del actual Gobierno venezolano no solo es una necesidad para el país vecino, sino también para la estabilidad democrática de toda la región.
Migración y narcotráfico: consecuencias del régimen
El expresidente Iván Duque hizo hincapié en dos temas críticos vinculados a la permanencia de Maduro en el poder: la migración masiva y el narcotráfico. Además, destacó que si el régimen se mantiene, el continente podría enfrentar una nueva ola migratoria de venezolanos que, perdiendo toda esperanza, buscarán escapar de la crisis humanitaria, económica y política que afecta a su país.
“Si Maduro se atornilla en el poder, lo que vamos a ver es una nueva oleada migratoria de todos los que pierdan la esperanza. Así les pongan muros, van a salir de Venezuela”, enfatizó. En este sentido, subrayó que abordar la crisis migratoria en zonas como el tapón del Darién requiere de medidas contundentes que incluyan el desmantelamiento del régimen venezolano.
Además, Duque señaló que el narcotráfico sigue siendo una amenaza global que encuentra respaldo en estructuras gubernamentales corruptas como la de Maduro. Por ello, consideró imperativo que los países de la región actúen de manera conjunta para enfrentar este problema.
El exmandatario colombiano también cuestionó la dependencia de muchos países respecto a Estados Unidos para liderar los esfuerzos contra el régimen de Maduro. “Es importante no esperar que siempre Estados Unidos sea el que resuelva, sino que entre todos entendamos que la defensa de la democracia venezolana es una causa moral, una causa histórica”, subrayó.
Según Duque, el colapso del gobierno de Maduro es esencial para garantizar la estabilidad democrática del hemisferio. Enfatizó que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de actuar de manera unificada para respaldar a los venezolanos en su lucha por la democracia y los derechos humanos.
Iván Duque ha sido un crítico consistente del gobierno de Maduro desde su presidencia, denunciando lo que considera una dictadura que viola sistemáticamente los derechos humanos. Durante su mandato, Colombia lideró iniciativas en foros internacionales para presionar por la transición política en Venezuela, incluidas sanciones económicas y apoyo a la oposición venezolana.
La situación en Venezuela sigue siendo un tema de alta relevancia en la agenda internacional, especialmente en América Latina. Con más de siete millones de migrantes y refugiados venezolanos dispersos por el mundo, la crisis ha generado una presión significativa en los países de acogida y ha evidenciado la necesidad de una solución política sostenible.