El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) lleva a cabo tareas de vigilancia de los productos comercializados en Colombia, con el fin de garantizar la seguridad de la ciudadanía que los consume. La autoridad sanitaria tiene estrictas normativas a las que se les debe dar cumplimiento, para que los artículos cuenten con su aval y puedan entrar en el mercado.
En medio de una inspección de control y calidad al que fue sometido el lote 052447 del champú para niños Kaba Kids, el Invima identificó alteraciones en la calidad microbiológica. El producto superó el recuento de microorganismos mesófilos aerobios totales, debidamente establecido en el Reglamento Técnico Andino sobre Especificaciones Técnicas Microbiológicas de Productos Cosméticos.
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Luego de que la autoridad sanitaria ordenara el retiro de la totalidad del lote y de que emitiera la alerta sanitaria, la empresa Luisa Chimá S.A.S. y su laboratorio D’Luchi Lab. se pronunciaron, cuestionando la alerta del Invima por, al parecer, no contener toda la información sobre los resultados de la inspección.
Según el comunicado, el champú Kaba Kids, cuenta con un registro sanitario (Código de Notificación Sanitaria (Nsoc) 13385-22CO) cuya vigencia está establecida desde 2022. En ese sentido, el artículo de aseo es apto para el uso humano. No obstante, el lote 052447 se vio comprometido luego de que el Invima descubriera que tenía falencias microbiológicas.
Luego del hallazgo, según indicó la empresa, el instituto hizo una visita a las instalaciones del laboratorio el 25 de noviembre de 2024, puesto que la muestra que analizó en su primera acción de vigilancia fue tomada del establecimiento de distribuidor. Allí, verificaron el estado de los productos correspondientes al lote que presentó problemas y revisaron un lote adicional: el 082436.
“Durante dicha visita se levantó un acta en la cual se adjunta el examen de microbiología del producto al momento de salir al mercado, y se evidencia que este cumplía con todos los estándares microbiológicos y de calidad que la normatividad vigente exige, de hecho, los mesófilos aerobios totales que son el microorganismo que proliferó, se encontraban por debajo de 10 UFC/g cuando el máximo permitido es 500 UFC/g”, se lee en la comunicación.
Teniendo en cuenta esto, la empresa y el laboratorio rechazaron la alerta sanitaria emitida por el Invima, porque, al parecer, no especificaba que la anomalía solo fue identificada en un lote y no en la totalidad de champús para niños de la marca Kaba que están siendo comercializados.
Aclararon, entonces, que el champú es elaborado cumpliendo la normativa de la autoridad sanitaria y manteniendo altos estándares de calidad. “Es apto para la aplicación desde los 0 meses; no afecta el color natural o la forma del cabello. Además, no genera irritación ni maltrata el cuero cabelludo. Es libre de sal, sulfatos y parabenos; contiene ceramidas y keratina”, precisaron.
¿Cómo exigir la reposición del producto?
En ese sentido, insistieron en que las irregularidades microbiológicas solo estaban en el lote que ya fue retirado del mercado. Ahora, están solicitando a los compradores informar si tienen el producto del lote comprometido para hacer el proceso de devolución y de reposición, teniendo en cuenta que no está recomendado su uso. Para ello, podrán ponerse en contacto con la empresa a través del siguiente electrónico: pqrs@dluchi.com.
“No se cuenta con inventario disponible del ni en nuestras bodegas ni en nuestros puntos de venta oficiales, por consiguiente, la compañía da un parte de tranquilidad a los consumidores de este producto, toda vez que, en la actualidad, se podrá adquirir el mismo con lote posterior a dicha anomalía”, informaron en el comunicado.