Rebecca González, una colombiana residente en Israel desde hace más de ocho años, expresó el profundo dolor que enfrenta su familia tras el secuestro de su esposo, Elkana Bohbot, ciudadano colombo-israelí, por parte del grupo terrorista Hamas. En una entrevista con el programa 10AM de Caracol Radio, la mujer habló sobre su incertidumbre, las dificultades de criar a su hijo de tres años sin su padre y su fe en el Gobierno colombiano para lograr la liberación de su pareja.
Elkana Bohbot fue secuestrado hace 473 días, durante el ataque de Hamas al festival Supernova en Israel, un evento que dejó cientos de víctimas y decenas de rehenes, el 7 de octubre de 2023. Aunque las autoridades israelíes confirmaron un acuerdo de tregua que permitió la liberación de tres rehenes y la próxima liberación de otros 33, el nombre del esposo de Rebecca no aparece en las listas divulgadas.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
“Lo único que yo sé es que mi esposo no se encuentra en este momento en la lista y seguimos con la esperanza de que pueda haber un cambio”, aseguró la colombiana durante la entrevista.
Una tregua que alimenta esperanzas
El 19 de enero inició una tregua de 42 días entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza; en esta primera etapa, se prevé la liberación de 33 secuestrados a cambio de la excarcelación de 1.900 prisioneros palestinos, muchos de ellos mujeres y niños. Según informó, las negociaciones para una segunda fase buscarán la liberación de todos los rehenes israelíes y el fin definitivo del conflicto.
Sin embargo, la familia Bohbot sigue en la incertidumbre, pues Rebecca destacó que las comunicaciones sobre el paradero de los secuestrados y las listas de liberación suelen ser confusas y, en algunos casos, provienen directamente de redes sociales o medios de comunicación, en lugar de las autoridades israelíes: “Recibimos la información a través de Telegram y las noticias árabes, lo que resulta completamente irresponsable por parte del gobierno de Israel”.
La colombiana compartió que la última prueba de supervivencia de su esposo fue un video publicado por Hamas el 7 de octubre (día del ataque), donde Elkana aparecía con vida. Dos meses después, un rehén liberado confirmó que había estado con el hombre, pero que fueron separados poco tiempo después. Este testimonio alimentó la esperanza de que su esposo pueda estar vivo y sea considerado en futuros intercambios humanitarios.
“Esto parece una película de terror: el caos, la esperanza que tiene un país entero de volver a ver a sus familiares, el dolor que sentimos al saber, y perdón, por decirlo así, los celos de ver a tres chicas saliendo y abrazando a sus mamás. Yo me pregunto: ¿y mi esposo? ¿Cuándo abrazará a su hijo? Estoy en una situación en la que solo quiero que todo esto termine”, señaló la mujer para la fuente citada.
Mientras tanto, Rebecca enfrenta junto a su hijo un día a día lleno de desafíos emocionales. El negocio que Elkana había comenzado antes de su desaparición permanece inactivo, y ella se esfuerza por darle estabilidad a su pequeño, que no deja de preguntar por su padre: “Es muy difícil mirarlo a los ojos y decirle que su papá está secuestrado, que hay un grupo que no lo deja volver”.
La fe en el Gobierno colombiano
A pesar de las tensiones diplomáticas entre Colombia e Israel, exacerbadas por las críticas del presidente Gustavo Petro al gobierno de Benjamin Netanyahu, Rebecca confía en que el Gobierno nacional pueda jugar un papel clave en la liberación de su esposo.
Recordó que, en el pasado, recibió apoyo de la embajada colombiana en Israel, lo que la lleva a mantener la esperanza de que el presidente Petro pueda interceder: “El único colombiano secuestrado por Hamas merece ser una prioridad. Confío en que el gobierno, con sus acercamientos a los países intermediarios, pueda facilitar la liberación de Elkana”.
Rebecca hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales e internacionales para que continúen trabajando en la liberación de todos los secuestrados en Gaza. Su testimonio es un recordatorio del sufrimiento de las familias afectadas por el conflicto y de la necesidad de seguir luchando por la paz en Medio Oriente.