Ni la distancia ni el idioma. Para algunos migrantes de origen colombiano lo más difícil de llegar a Estados Unidos es acostumbrarse a la comida, incluso, cuando se trata de alimentos que han consumido durante toda su vida.
Varios de elllos coinciden en que el sabor es diferente al que productos de origen animal y vegetal que también se consiguen en Colombia, y el creador de contenido paisa Juan Giraldo, conocido en redes como Ghzurdo, no es la excepción.
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Según comentó en un video compartido a través de sus redes sociales “no es que esté diciendo que la comida de acá sea mala, no. Pero tiene un sabor muy diferente. Hay algo que en el sabor no me cuadra y no sé, no sé qué es “.
Sin embargo, hay un grupo alimenticio que sería la excepción, por el que Giraldo ha demostrado cierta debilidad en videos anteriores.
“Lo único que yo rescato de las comidas que son diferentes a las de Colombia, son los dulces de acá, en los Estados Unidos. Esos maric@#%$ sí tienen el palito pa’ ser dulces buenos, pero la comida en Colombia es increíble”, precisó, en una invitación clara a inclinarse por los dulces al visitar el país extranjero.
El pollo y el huevo: dos de los productos a los que menos se acostumbran los colombianos en los Estados Unidos
La creadora de contenido y beauty blogger colombiana, Valentina Buof, compartió con sus seguidores en TikTok los cambios que ha experimentado en su dieta desde que se mudó a los Estados Unidos, empezando por las diferencias en el sabor de los alimentos que la llevaron a eliminar algunos productos básicos de su alimentación. Según explicó en un video publicado en su perfil, estas experiencias no solo afectan a los colombianos, sino que son comunes entre latinos que migran al país norteamericano.
En su relato, Buof comenzó señalando que uno de los alimentos que más extraña es el pollo, un ingrediente que solía disfrutar con frecuencia en su país natal. “Yo, colombiana, era amante del pollito Frisby, en Colombia lo comía como un hijuemadre, yo era feliz”, expresó. Sin embargo, aseguró que el sabor del pollo en Estados Unidos no cumple con sus expectativas, describiéndolo como “insípido” y comparándolo con la sensación de comer carne cruda, independientemente de cómo se prepare.
La creadora también mencionó que esta percepción no se limita al pollo, sino que se extiende a otros productos avícolas, como los huevos. Según explicó, desde que vive en Estados Unidos, dejó de consumir huevos con regularidad debido a que no disfruta su sabor. “(En Colombia) Me comía un huevo con pan y me lo disfrutaba, delicioso, pero aquí todo es diferente”, afirmó. Además, destacó que el desayuno, una comida fundamental en muchos países de América Latina, no tiene el mismo significado en Estados Unidos, donde muchas personas optan por omitirlo.
El testimonio de Buof da cuenta de un aspecto importante de la experiencia migratoria: la nostalgia por los sabores y tradiciones culinarias del país de origen. Para muchos migrantes, la comida es una necesidad básica y también un vínculo emocional con su cultura y su identidad.
Aunque no mencionó si ha encontrado alternativas para reemplazar los alimentos que extraña, su experiencia da cuenta de la comida como un elemento central en la vida de los migrantes y cómo las diferencias culturales pueden impactar su bienestar y su conexión con sus raíces.
El video de Buof, así como el de Giraldo, generó una amplia conversación en las redes sociales, donde otros usuarios han compartido sus propias experiencias relacionadas con los cambios en la alimentación tras migrar. Su testimonio evidencia las diferencias entre los productos alimenticios de distintos países e invita a reflexionar sobre cómo estos cambios afectan la vida cotidiana de quienes deciden buscar nuevas oportunidades, lejos de su tierra natal.