El Metro de Bogotá, uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos y esperados en la capital colombiana, avanza a paso firme hacia su meta de entrar en operación en 2028.
Según informó El Tiempo, las pruebas iniciales de los trenes, conocidas como “marcha blanca”, se llevarán a cabo en mayo de 2026 en un tramo de 5,7 kilómetros del viaducto que conectará el patio taller, ubicado en la localidad de Bosa, con la estación 4, situada frente a las oficinas de Compensar en Kennedy.
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“Es toda una secuencia de trabajo que nos va a llevar a que en mayo de 2026 estemos haciendo pruebas sobre el viaducto”, le dijo el gerente de la empresa Metro de Bogotá, Leónidas Narváez, a El Tiempo. Este anuncio marca un hito clave en el desarrollo de la primera línea del sistema de transporte masivo.
De acuerdo con el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, el proyecto alcanzó un avance del 46,24% al cierre de 2024, un incremento importante desde el 28,98% registrado al inicio de su administración.
Durante el año 2024, se lograron importantes adelantos, como la instalación de 229 columnas del viaducto y la puesta en operación de siete vigas lanzadoras, elementos esenciales para la construcción de los tramos elevados del sistema. Además, se completaron 1,9 kilómetros de viaducto, con un ritmo de avance de más de 200 metros lineales por semana.
El gerente de la Empresa Metro de Bogotá (EMB), Leónidas Narváez, detalló que los primeros trenes del sistema ya están en proceso de fabricación en China.
El primer tren estará listo para pruebas en ese país en febrero de 2025 y llegará a Bogotá en septiembre del mismo año. A partir de entonces, se espera que lleguen entre dos y tres trenes mensuales hasta completar un total de 30 unidades.
Cada tren contará con seis vagones y tendrá capacidad para transportar hasta 1.800 pasajeros, de los cuales 252 podrán viajar sentados, con 36 asientos reservados para personas con prioridad.
En paralelo al desarrollo del metro, el Distrito trabaja en la reapertura de estaciones de Transmilenio que fueron cerradas debido a las obras. Según Narváez, las estaciones Calle 26 y Sena volverán a operar en el tercer trimestre de 2025, con la implementación de paraderos temporales para garantizar la movilidad de los usuarios mientras continúan los trabajos.
Estas reaperturas forman parte de un plan para mantener la operación del sistema de buses como complemento al metro, ya que ambos sistemas están diseñados para coexistir y atender la alta demanda de transporte público en la ciudad.
El alcalde Galán también destacó la entrega del puente norte de la avenida 68 con Primero de Mayo, conocido como “El Pulpo”, una obra complementaria que facilitará la conexión entre el Metro, la troncal de TransMilenio de la avenida 68, el SITP y el tráfico mixto, incluyendo bicicletas y peatones.
Para 2025, el Distrito se fijó como meta alcanzar un avance del 72% en la construcción del Metro. Esto incluye la instalación de más vigas y pilotes, así como la llegada de los primeros trenes desde China. Según Galán, se espera que la obra supere el 65% de ejecución para finales de ese año, gracias al trabajo de más de 10.300 empleados que actualmente participan en el proyecto, una cifra que aumentará en las próximas semanas tras la reactivación total de las labores.
El gerente de la EMB informó que ya se instalaron 96 kilómetros de rieles en el patio taller, y se espera completar otros 24 kilómetros en los próximos meses. Estos avances son esenciales para garantizar que los trenes puedan realizar sus pruebas en el tramo inicial del viaducto.
La primera línea del metro de Bogotá tendrá una extensión total de 23,9 kilómetros y contará con 30 trenes que operarán en ambas direcciones, sur-norte y norte-sur, a través de vías independientes. La velocidad promedio de los trenes será de 42,5 kilómetros por hora, con intervalos de operación iniciales de 140 segundos entre cada unidad.
Este diseño busca optimizar la capacidad y la eficiencia del sistema, que se convertirá en un eje fundamental del transporte público en la ciudad.
Además de los avances en la primera línea, el Distrito ha iniciado los estudios y diseños de factibilidad para la tercera línea del metro, que conectará la Calle 100 al norte de Bogotá. Este contrato, valorado en 102.677 millones de pesos, refleja el compromiso de la administración con la expansión del sistema de transporte masivo en la capital.
El metro de Bogotá no solo representa una solución a los problemas de movilidad de la ciudad, sino que también es un símbolo de transformación urbana y desarrollo.
Con la entrada en operación de la primera línea en 2028, se espera que el sistema alivie la congestión del transporte público y mejore la calidad de vida de millones de bogotanos. Según las proyecciones del Distrito, el costo del pasaje del Metro será similar al de Transmilenio, lo que garantizará su accesibilidad para todos los usuarios.
Mientras tanto, las autoridades locales continúan trabajando para cumplir con los cronogramas establecidos y asegurar que el proyecto avance sin contratiempos. Con cada nuevo hito alcanzado, el metro de Bogotá se acerca un paso más a convertirse en una realidad tangible para la capital colombiana.