El proyecto del metro de Bogotá, considerado una de las iniciativas más ambiciosas en infraestructura de transporte público, marcó un importante hito al revelar los detalles de su sistema diseñado para combatir la evasión de pago. Mientras la construcción de la primera línea progresa alcanzando un avance del 46,24%, la administración ya tomó medidas para prevenir uno de los mayores problemas que afectan al transporte público en la capital: los colados. Este fenómeno ha sido históricamente una gran preocupación, generando pérdidas económicas y afectando la calidad del servicio para los usuarios regulares.
Desde el inicio, las autoridades comprendieron la magnitud del desafío económico que representaban los colados, una situación que genera grandes pérdidas para sistemas como TransMilenio. Por ello, diseñaron un enfoque integral que incluía la incorporación de tecnología avanzada y controles estrictos, elementos clave para garantizar que los usuarios respeten el pago de las tarifas y, a su vez, se evite la saturación de las estaciones y vehículos. Además, el sistema contará con medidas preventivas y sancionadoras para quienes intenten evadir el cobro.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
El anuncio también llegó en un momento estratégico, ya que la ciudad espera con ansias la llegada del primer tren del metro, programada para septiembre de 2025. Este avance no solo representa un progreso en infraestructura, también un paso hacia un sistema de transporte público más eficiente, moderno y justo para todos los habitantes de Bogotá.
Sistema para evitar los colados en el Metro de Bogotá
Para prevenir estos comportamientos, se decidió implementar barreras de acceso tipo puerta doble, cuya altura superaría los 1,5 metros. Estas estructuras no solo servirán como un obstáculo físico, también estarán equipadas con avanzados sistemas tecnológicos capaces de detectar irregularidades en la validación del medio de pago. Por ejemplo, se programarán para identificar tarjetas que fueron robadas, carecieran de fondos o estuvieran bloqueadas por restricciones.
El funcionamiento de estas barreras dependerán de sensores especializados, diseñados para permitir su apertura únicamente cuando el medio de pago fuera validado correctamente. Este nivel de automatización garantiza que solo los pasajeros con un pago autorizado pudieran acceder al sistema.
Adicionalmente, como medida de refuerzo, las zonas cercanas a estas barreras contaran con cámaras de videovigilancia de alta resolución. Estos dispositivos, conectados a un sistema de monitoreo en tiempo real, emitirán alarmas sonoras en caso de detectar intentos de evasión. Este enfoque integral no solo buscaba desincentivar la evasión, también promover un uso más responsable y sostenible del transporte público en Bogotá.
Así mismo, se presentó una detallada visión sobre las características tecnológicas y operativas que definirán los trenes del metro, resaltando su diseño orientado a la seguridad, eficiencia y sostenibilidad. Entre los aspectos más destacados, se incluyó la incorporación de sistemas avanzados de videovigilancia y comunicación, así como la implementación de tecnologías innovadoras para la operación ferroviaria.
Los trenes contarán con un sistema de visualización del Circuito Cerrado de Televisión (Cctv), que no solo abarcarán el interior de las estaciones y las barreras de control de acceso, sino también el interior de los vagones y la parte frontal de los trenes. Este sistema estaría diseñado para garantizar un monitoreo continuo y brindar mayor seguridad a los usuarios. Paralelamente, los pasajeros tendrán acceso a información en tiempo real mediante modernos sistemas de comunicación, facilitando así su experiencia de viaje.
Otro elemento fundamental será la integración de un subsistema de señalización ferroviaria y control automático conocido como Cbtc (Control de Trenes Basado en Comunicaciones). Este sistema, que funciona mediante comunicaciones bidireccionales entre los dispositivos instalados en los trenes y los equipos ubicados a lo largo de las vías, aseguraría una operación confiable y eficiente. Además, este enfoque tecnológico permitirá un modo de conducción completamente automático, sin necesidad de conductores a bordo, con los trenes siendo supervisados constantemente desde el Centro de Control Operacional (CCO).