Más de dos mil militares fueron desplegados por orden del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a la frontera con Colombia, según informó el propio mandatario.
Según el propio dictador, el operativo tiene como propósito atender a los más de 32.000 desplazados que, de acuerdo con los reportes, han huido de la violencia en el Catatumbo.
Al mismo tiempo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados inició un censo en la región para evaluar la gravedad de la crisis humanitaria.
Durante su intervención, el presidente Nicolás Maduro adoptó un tono contundente al referirse a la seguridad fronteriza, afirmando que se debe “partirle los dientes” a “cualquier grupo que pretenda entrar a Venezuela”. Además, según Maduro estos militares se irán desplegando entre el 22 y 23 de enero
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Las palabras del dictador venezolano al respecto fueron las siguientes: “Entrenar para tener la alta capacidad de reacción integral e inmediata ante cualquier sorpresa es un elemento clave para todo en la vida, pero, para la defensa armada de un país, es fundamental contar con esa capacidad entrenada de reacción integral e inmediata, y partirle los dientes a cualquier grupo que pretenda entrar a nuestra Venezuela soberana y pacífica. Así que, bueno, estamos hoy arrancando.”
Debido a la orden de despliegue militar en la frontera y las declaraciones Nicolás Maduro sobre enfrentar a cualquier grupo armado que intente ingresar a Venezuela, el miércoles 22 de enero el gobierno venezolano cerró parte de la frontera con Colombia, específicamente en los puentes internacionales Atanasio Girardot y La Unión, claves para el tránsito vehicular entre ambos países. Según las autoridades colombianas, el cierre está relacionado con ejercicios militares convocados por Maduro, lo que ha generado especulaciones sobre el impacto de estas medidas en la ya tensa situación fronteriza.
Mientras las autoridades de ambos países monitorean de cerca la situación para evitar posibles tensiones derivadas de los ejercicios militares, los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander mantienen un flujo normal de vehículos y peatones, sin reportes de inconvenientes. En contraste, el cierre en otros puntos de la frontera podría extenderse hasta las 10:00 de la mañana, según información preliminar de aquel momento.
Con respecto a esta medida, el ministro de la Defensa del vecino país, Vladimir Padrino López explicó lo siguiente: “Este nuevo ejercicio popular militar policial se ejecutará con un nivel superlativo en lo estratégico, operacional y táctico, optimizando en sus distintas fases la interoperabilidad entre pueblo organizado, unidades militares y órganos de seguridad ciudadana, desplegando con mayor sincronización múltiples sistemas de armas y Unidades de Reacción Inmediata (URRA) mixtas”.
Por su parte, Maduro en su discurso destacó dos prioridades en su estrategia de seguridad nacional. En primer lugar, afirmó que se busca consolidar el orden interno y ejercer un control efectivo sobre los grupos violentos y el crimen organizado, a los que acusó de haber sido utilizados como herramientas externas para desestabilizar a Venezuela y facilitar intentos de intervención extranjera. Según Maduro, el país ha logrado avances significativos al desarticular estas organizaciones, ofreciendo incluso compartir su experiencia con otras naciones interesadas en combatir fenómenos similares.
El segundo eje de la estrategia se centra en el control territorial, con especial atención a la frontera con Colombia y la vigilancia de los espacios marítimos y fluviales, considerados críticos para la estabilidad y soberanía del país.
Venezuela ha jugado un rol clave como país garante y anfitrión en los diálogos con el ELN, que el presidente Gustavo Petro decidió suspender tras la reciente escalada de violencia en el Catatumbo. En Caracas, se habían planteado las bases para la política de Paz Total, con la intención de abrir negociaciones simultáneas con diversos grupos armados y reconstruir las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela, deterioradas durante el gobierno de Iván Duque.
El papel de Venezuela como país garante quedó en entredicho tras la controversia surgida a raíz de las últimas elecciones presidenciales, en las que se puso en duda la victoria de Nicolás Maduro y la legitimidad de su tercer mandato. Esta situación provocó una ola de críticas y desconocimiento por parte de la comunidad internacional.