En julio de 2024, autoridades de Rumania capturaron al colombiano Luis Alfonso Murillo, exmilitar que fue detenido cuando se encontraba documentando una zona de Bragadiru, con el propósito de presuntamente preparar una acción de sabotaje a las tuberías de gas y pozos de petróleo de la zona por orden de Rusia.
El colombiano de 34 años viajó desde el aeropuerto de Medellín (Colombia) a Madrid (España), posteriormente a Mykonos (Grecia) y luego a Rumania.
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De acuerdo con la investigación de las autoridades de Rumania y reveladas por El Tiempo, Luis Alfonso Jaramillo tenía en su historial de internet búsquedas sobre ingredientes y sustancias de uso civil, fáciles de encontrar en el mercado local, pero acompañado de videos donde explican cómo fabricar artefactos explosivos e incendiarios.
Las autoridades de Rumania también detallaron en su investigación que el exmilitar le encontraren mensajes con instrucciones de comunicarse periódicamente, así como documentar personalmente todo el ciclo de actividades que iba a realizar en el condado de Ilfov.
Asimismo, debía enviar mensajes con imágenes con puntos de referencia específicos como prueba de que actuaba de acuerdo con el entrenamiento recibido.
Wilfran Murillo Diosa, hermano del exmilitar, entregó detalles de lo sucedido con Luis Alfonso Jaramillo. En entrevista con El Tiempo, Wilfran afirmó que habló con Luis días antes de que partiera a Rumania; sin embargo, precisó que nunca le comentó de sus planes en el extranjero.
“Hablamos días antes de que se fuera y estaba contento. Él nunca nos habló de sus planes en el extranjero. Él duró 5 o 6 años en el Ejército y creo que se fue engañado en busca de mejores oportunidades laborales. Y que detrás de su salida del país hay gente mala que se aprovechó de su necesidad. No sé si se fue por una persona o una empresa”, afirmó Wilfran Murillo Diosa al citado medio.
Y agregó: “Meses atrás hubo un primer intento fallido en el que llegó hasta Bogotá, pero algo pasó con el papeleo y no se pudo concretar”.
El 18 de enero EFE informó que el colombiano de 34 años será juzgado bajo la acusación de haber orquestado planes de sabotaje orquestados por Rusia en territorio rumano.
“El hombre de 34 años está detenido y sus hechos tenían el potencial de poner en peligro la seguridad nacional al generar una situación de particular riesgo para objetivos industriales ubicados en el distrito de Ilfov”, informó Octavian Dan, portavoz de la policía en Rumania.
De acuerdo con las autoridades rumanas, se adelantó una investigación en la que se descubrió que el sudamericano tenía la labor de ser el atacante o provocador de una operación delictiva, pero fue interrumpido antes de que pudiera poner en peligro a la población civil.
A pesar de que no presentaron el material probatorio, las autoridades indicaron que tienen certeza de que Murillo hace parte de una red de saboteadores que opera en varias naciones de Europa y reciben diferentes misiones por medio de intermediarios del servicio secreto de Rusia.
“Estaba investigando a fondo el área cercana a un almacén de reciclaje ubicado cerca de una serie de sitios que podrían equipararse a infraestructuras críticas”, informó el uniformado rumano, que reveló que el colombiano tenía en su poder fotografías e indicaciones explícitas sobre lo que tenía que hacer.
Sobre los presuntos lugares que podrían haber sido afectados por Murillo, se indicó que hay indicios de que se trataba de un terreno en Bragadiru que queda cerca a varias infraestructuras y torres de comunicaciones y que se mencionaban las palabras “incendiar” y “explotar” en las indicaciones que tenía el latino.
Debido a que no es la primera vez que se registra un hecho de esta índole, en Rumania la policía ha informado que este tipo de accionar hace parte del arsenal de técnicas híbridas que utilizan en Moscú, principalmente en países que hacen parte de la Otan.