Tres días después de que se conociera sobre el ataque armado en pleno centro de Barranquilla en el que resultaron heridos Dionisio Enrique Frías Castilla, alias Gordo 40, y su hermano Danny William Frías Castillo, alias Danny 40, presuntos líderes del grupo ‘Los Pepes’, la situación en la capital del Atlántico sigue siendo tensa.
De hecho, después del atentado ocurrido el sábado 18 de enero, los hermanos lograron llegar por sus propios medios a la clínica La Merced, donde fueron ingresados en estado crítico.
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Según la información conocida hasta ahora, alias Gordo 40 sufrió una importante pérdida de sangre, lo que ha complicado su estado de salud, mientras que su hermano también se encuentra en condiciones delicadas.
Sin embargo, la situación en la clínica La Merced se ha vuelto tensa tras el ingreso de los hermanos Frías.
De hecho, la institución emitió un comunicado en el que confirmó la existencia de amenazas contra el personal médico que atiende a los dos hombres y aseguró que la situación ha sido puesta en conocimiento de las autoridades competentes.
“Ante recientes amenazas a esta entidad de salud que han generado inquietud, informamos que la situación ha sido reportada y queda en manos de las autoridades competentes, quienes ya han tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad”, señaló el documento
Y es que en las últimas horas han empezado a aparecer panfletos amenazantes contra los doctores y enfermeros de la clínica, al parecer, creados por Los Costeños, presuntos perpetradores del ataque sicarial contra Gordo 40 y su hermano.
En uno de estos mensajes, supuestamente firmado por Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor, líder de la organización criminal Los Costeños, se advierte que “cada enfermera, doctor en general, son considerados objetivo militar de nuestra organización”.
Otro panfleto, atribuido a los Rastrojos-Costeños, anuncia recompensas por la vida de los trabajadores de la clínica, acusándolos de no haber acatado un “primer llamado”.
Según datos conocidos por la revista Semana, la Policía Metropolitana de Barranquilla ha implementado estrictas medidas de seguridad en el centro asistencial para prevenir posibles nuevos ataques.
Patrullas mixtas de la Policía y el Ejército vigilan de manera permanente tanto el interior como los alrededores de la clínica, mientras familiares de los heridos permanecen en el lugar bajo un ambiente de temor.
De momento, las autoridades atribuyen el ataque a una disputa entre las organizaciones criminales Los Pepes y Los Costeños, quienes mantienen una guerra violenta por el control de las rentas ilegales en el departamento del Atlántico.
Alias Gordo 40, una de las víctimas del atentado, es señalado como un cabecilla de la banda criminal Los 40 Negritos, ahora vinculada a Los Pepes. Este individuo cuenta con un amplio historial delictivo que incluye anotaciones por homicidio, porte ilegal de armas, extorsión y concierto para delinquir.
Por su parte, alias Danny 40 también tiene antecedentes judiciales por delitos similares. Ambos hermanos residían en el norte de Barranquilla, en las inmediaciones del Parque Sagrado Corazón, y su relación con actividades delictivas los habría convertido en objetivos de sus rivales.
Ante la circulación de los panfletos amenazantes, la Policía Metropolitana de Barranquilla ha señalado que, tras un análisis preliminar, no se puede confirmar la autenticidad de los mensajes.
“No existe certeza de su veracidad teniendo en cuenta varios aspectos que usualmente se observan en los mensajes intimidatorios atribuibles a estructuras delincuenciales”, indicó la institución en un comunicado.
Sin embargo, las autoridades han pedido a la comunidad evitar la difusión de estos mensajes para no generar pánico generalizado. Además, han reforzado la vigilancia en la clínica y mantienen comunicación constante con sus directivos, quienes aseguran que las operaciones del centro asistencial continúan con normalidad.