María Fernanda Cabal culpó al Gobierno Petro por enfrentamientos en Catatumbo y lo acusó de complicidad con los grupos terroristas: “El reflejo de una política fallida y fracasada”

En la jornada del 20 de enero del 2025, el presidente Gustavo Petro declaró estado de conmoción interior en Colombia debido a los fuertes enfrentamientos y alteración del orden público que se presentan en la región del Catatumbo, en Norte de Santander.

En medio de las circunstancias, el mundo político busca soluciones a una escalada de violencia que ya cuenta más de ochenta muertos por los enfrentamientos.

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La senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal ha sido una de las más férreas críticas del actuar del Gobierno en esta crisis, y afirmó, en una publicación de X que “lo que está pasando en el Catatumbo es el reflejo de una política fallida y fracasada, que parece más complicidad del gobierno Petro“.

El mandatario, a través de su cuenta en la red social X, expresó su intención de combinar la intervención militar con estrategias de transformación económica en las zonas afectadas por la violencia.

“Se declara el estado de conmoción interior y el estado de emergencia económica. Espero del poder judicial su apoyo. El copamiento militar siempre se desarrollará con la transformación económica de las regiones bajo violencia”, afirmó Petro.

Estas declaraciones se dieron pocos días después de que el presidente anunciara la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), a la vez que calificó los actos violentos en la región como “crímenes de guerra”.

A lo largo de su video, la congresista vallecaucana, desde Estados Unidos, lanzó duras críticas contra el Gobierno, a razón de los más de 80 muertos que han resultado de la situación en el Norte de Santander, sin contar a los muertos por ofensivas de de grupos armados ilegales en otros territorios.

“Esas resoluciones que dan permiso a la delincuencia organizada para que transite por donde se les da la gana, ese nombrar gestores de paz a los mayores asesinos... Todo con la palabrita «paz»; todo con la falsa narrativa buenista que lo que ha dejado es muertos“, expresó.

Agregó que “Dos días en el Catatumbo y vamos casi en 90 muertos y vamos a llegar a más, 8.000 desplazados, pero se les olvidó Arauca: se les olvidó Arauca, Arauca y Tame, Arauca. Entre los dos van más de mil muertos. Ya no los cuentan, ya no están en campaña política. Están en el poder y están destruyendo el país, porque el Catatumbo también es Nariño, Putumayo también es El Chocó, también es el Cauca. Esas son las elecciones que nos esperan en el 2026″, afirmó.

Entonces refirió que “la relación con Estados Unidos ya cambió y este país a empezar a contar las hectáreas y la erradicación la fumigación y la sustitución”, de manera que, bajo su perspectiva, las “reglas del juego cambiaron”.

El enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC ha dejado un saldo de más de 80 muertos, 20 heridos y miles de desplazados en la región del Catatumbo, en Norte de Santander.

Así lo informó el gobernador William Villamizar, quien destacó la gravedad de la crisis humanitaria, que obligó a declarar alerta amarilla en el sector salud y la suspensión de clases en la región.

El conflicto, que inició el pasado jueves 16 de enero del 2025, ha provocado que miles de campesinos abandonen sus hogares en municipios como Tibú, Teorama y Ocaña, muchos buscando refugio en áreas urbanas o incluso cruzando hacia Venezuela. Según Villamizar, cerca de 5.000 personas podrían llegar desplazadas solo a Ocaña en los próximos días.

De acuerdo con un reporte de la agencia EFE, la violencia también ha confinado a comunidades enteras, que ahora esperan corredores humanitarios. En medio de la emergencia, el Ejército rescató a un líder social perseguido por el ELN en el caserío La Gabarra.

Ante la escalada del conflicto, el presidente Gustavo Petro suspendió los diálogos de paz con el ELN, acusándolo de cometer crímenes de guerra. El Gobierno ha exigido a las guerrillas un compromiso real con la paz, mientras organismos como la Cruz Roja asisten a las víctimas.