El reconocimiento y aceptación de las responsabilidades en el conflicto armado por parte de altos mandos de grupos paramilitares fue solo el principio de las tareas que deben llevar a cabo Salvatore Mancuso, Ramón María Isaza o Hernán Giraldo como parte de la implementación de la Paz Total que promueve Gustavo Petro en su mandato.
En medio de la actual crisis social que se vive a raíz de las acciones violentas entre el ELN y disidencias de las Farc, Mancuso publicó una carta firmada por él y los otros 17 gestores de paz en las que solicitan establecer contacto con Otty Patiño con el fin de establecer sus funciones en medio del conflicto que se reactivó en el Catatumbo.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Ante el mensaje enviado por los gestores de paz, la congresista Angélica Lozano Correa criticó que ellos pidieran acciones del Estado con respecto a sus responsabilidades y afirmó que esto era resultado del desorden con el que trabaja el Gobierno del Cambio.
Según indicó en su cuenta de X, la falta de designación específica de roles había sido un error por parte del Gobierno y que la solicitud de los exparamilitares no era adecuada, teniendo en cuenta la posición en la que se encontraban.
“Nombrar gestores de paz a varios paras sin ningún método ni claridad de tareas, qué, cómo, cuando... y ahora reclaman que Otty Patiño no los deja trabajar. Con claridad de rol y en la justicia no les habrían dado tal categoría”, escribió la congresista.
¿Qué dice la carta de los exparamilitares a Gustavo Petro?
Según se lee en el documento, los exparamilitares no están de acuerdo con la forma en la que el Estado ha actuado frente a esta situación y que es de suma importancia para ellos entrar, puesto que “conocemos los orígenes y causas de esas violencias que nos siguen atormentando a los colombianos”.
En la carta quedó en evidencia que los gestores de paz consideran que tienen responsabilidades que cumplir con el país de cara a la actual crisis, por la que se ha declarado el estado de conmoción interior. Sin embargo, y de acuerdo con lo establecido en el escrito, la situación en el Catatumbo es consecuencia de diferentes “incumplimientos en otros procesos de paz, ha sido causa, en gran medida, de los problemas de orden público y de violencias territoriales que se viven hoy en Colombia”.
También se estableció que aunque han buscado conversar con el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, “no hemos encontrado eco ni sintonía en la Oficina del Alto Comisionado, aun cuando le hemos expresado nuestra voluntad de facilitar y ayudar, parece que nuestro papel no es relevante en la ruta del Dr. Otty Patiño”.
En el mensaje indicaron que se reunieron en Medellín con el fin de analizar las consecuencias de la crisis, con el fin de “demostrarle al señor presidente que queremos ser parte de la solución y no del problema, tal y como lo hemos demostrado a lo largo de estos años, tanto en el sistema de justicia como en la reparación integral y compromiso de no repetición”.
Por esta razón, indicaron, se encuentran esperando designaciones por parte del Estado para operar desde su conocimiento: “Pero le solicitamos que nos dejen hacer, que no se bloquee nuestra facilitación e inquebrantable voluntad de paz, que no repliquen la estigmatización, que consideren a los 18 ex comandantes y los miles de excombatientes de las desmovilizadas Autodefensas, como actores activos y propositivos en su agenda de paz”.
Finalmente, el documento cierra reafirmando la voluntad que tienen en la actualidad para que el país avance: “Nuestro esfuerzo no busca dividir, sino sumar; no busca revivir el pasado, sino transformarlo en un puente hacia la verdadera construcción de una paz sostenible”.