Hay alertas rojas de sequía en algunas zonas del departamento de Santander y, aunque no se han hecho lo suficientemente visibles, los habitantes de municipios como Vélez están viviendo en piel propia la falta de agua.
De hecho, se está denunciando que la escasez del recurso hídrico en Vélez, Santander, está poniendo en jaque tanto a la población como a la economía local.
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A través del medio santandereano Vanguardia se conoció que dos meses atrás, algunos sectores del municipio llegan a pasar hasta 15 días sin suministro de agua por red, de manera que las autoridades han declarado calamidad pública desde noviembre de 2024.
El alcalde Orlando Ariza Ariza explicó al medio que, para atender a los diez mil habitantes del casco urbano y las doce veredas, el municipio solo dispone de dos carrotanques, uno del Ejército y otro proporcionado en comodato por la Esant. Sin embargo, se estima que serían necesarios al menos cinco más para enfrentar la emergencia.
La producción de bocadillo en riesgo
La situación es crítica, especialmente porque Vélez alberga servicios esenciales como un hospital que cubre 18 municipios, colegios, un asilo y la emblemática industria del bocadillo, que cuenta con unas setenta fábricas.
Según el empresario Carlos Rivera León, citado por el medio santandereano, este sector requiere diariamente 20.000 litros de agua, un recurso que no está disponible, lo que ha reducido la producción hasta en un 50%.
En ese sentido, la compra del recurso hídrico para mantener las operaciones ha incrementado los costos, y aunque aún no se han registrado despidos, existe un riesgo latente.
Incluso, el concejal del Centro Democrático Álvaro Argote escribió en sus redes: “Ante la sequía que vive la gente de Vélez - Santander, unas 3.000 familias, cómo les serviría que le den al municipio unos 5 carrotanques de los que se deterioran en la Guajira. Cerca de 500 trabajadores están parados por el cierre de la fábricas de bocadillo”.
Santander enfrenta una crisis ambiental: alerta roja por sequía y riesgo de incendios
El departamento de Santander, en Colombia, atraviesa una de las temporadas secas más severas de los últimos años, con temperaturas extremas que han alcanzado hasta los 38 °C en algunas zonas, según informó el medio El Frente.
Más de 15 municipios han declarado calamidad pública debido a la escasez de agua, mientras que el 15% de las localidades se encuentran bajo alerta roja por el alto riesgo de incendios forestales. Esta situación afecta aproximadamente al 20% del territorio santandereano, generando graves consecuencias para la fauna, la vegetación y las comunidades locales.
De acuerdo con el reporte, municipios como Barichara, Cabrera, Aratoca, Betulia, Los Santos, Vélez, Hato, Guadalupe y Suaita, entre otros, enfrentan una crisis hídrica que ha obligado a las autoridades a tomar medidas de emergencia.
La falta de lluvias ha reducido significativamente los recursos hídricos, con serias consecuencias en estos municipios. Además, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) pronosticó que la temporada de lluvias no comenzará hasta febrero, lo que prolongará las dificultades para los habitantes y el medio ambiente.
Mientras tanto en Vélez, otra representante del gremio de la industria de bocadillos, Patricia Serrano, anunció que su empresa realizará un cierre temporal para dar vacaciones al personal y hacer mantenimiento, ya que durante las primeras semanas de enero enfrentaron días sin poder producir.
Las causas de la crisis están vinculadas a la sequía prolongada que ha dejado sin agua la quebrada La Batanera, mientras que el Pozo Verde, que opera por bombeo, resulta insuficiente.
A esto se suma el fracaso de la represa La Batanera, en la que se invirtieron $10.000 millones y que colapsó en su primer llenado en 2016, quedando abandonada desde entonces, como comunicó Vanguardia.
Vélez necesita apoyo urgente para enfrentar este desafío que amenaza tanto la calidad de vida de sus habitantes como la sostenibilidad de su principal actividad económica.