El lunes 20 de enero, luego de la investidura de Donald Trump para un segundo periodo presidencial en Estados Unidos, el norteamericano inició con una cascada de decisiones, casi 100, para ejecutarlas en los primeros días de su nueva administración.
En su mayoría se echaron para atrás varias de las políticas que implementó su antecesor Joe Biden, muchas de ellas relacionadas con las acciones para contrarrestar el cambio climático.
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Entre las que derogó están incluidas las iniciativas para promover la equidad racial, los esfuerzos para combatir la discriminación de género, la estrategias para fortalecer la respuesta federal ante la pandemia de Covid-19, las sanciones contra colonos israelíes acusados de violencia contra palestinos en Cisjordania, y la prohibición de la perforación en áreas marítimas protegidas.
Sin embargo, entre las que están redundando en América Latina fue la declaración de los cárteles de narcotraficantes como organizaciones terroristas que amenazan a Estados Unidos, que va en consonancia con su anunciada persecución a los migrantes y la militarización de la frontera sur con México.
Entre las organizaciones que denominó como terroristas incluyó también a la Mara Salvatrucha (MS-13), de El Salvador, y al Tren de Aragua, de origen venezolano.
Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia para combatir la migración ilegal y las actividades delictivas asociadas a estas redes e invocó una ley de 1798, conocida como la Ley de Enemigos Extranjeros, para justificar estas acciones.
Sobre esta contundente decisión, el expresidente colombiano Iván Duque hizo eco y se concentró en la estructura criminal venezolana, de la que señaló que tuvo origen con los altos oficiales del Ejército venezolano implicados en tráfico de drogas desde el país hermano, por lo que le solicitó a Trump que en su decisión incluya al régimen en ese país.
“El “Tren de Aragua” es una creación del Cartel de los Soles para exportar narcotráfico y crimen trasnacional. Una vez declarado por los EE.UU. como grupo TERRORISTA, se debe declarar al gobierno que lo impulsa, protege y promueve como patrocinador del terrorismo[sic]“, conminó al estadounidense.
Y de nuevo la emprendió contra el sátrapa en la nación hermana: “Maduro y sus compinches llevan años en esto y les debe llegar una sanción ejemplar [sic]“, insistió el que fuera jefe de Estado en Colombia para el periodo 2018-2022.
Duque ya había hecho lo mismo durante su administración con Cuba, ante la negativa de que desde el país insular deportaran a los jefes del ELN que permanecían allí dentro del fallido proceso de paz que se intentó en el Gobierno de Juan Manuel Santos.
Posteriormente, Trump sí incluyó a la isla en esa lista de auspiciadores del terrorismo, decisión que se mantuvo hasta la semana pasada, cuando el saliente presidente Biden decidió lo contrario.
Sin embargo, en la avalancha de nuevas medidas de anoche, en su segundo mandato, el presidente estadounidense volvió a incluir a Cuba en la lista, lo que fue considerado como una burla por parte del jefe del régimen en la isla, Miguel Díaz-Canel.
Con estas primeras acciones de Trump ya se avizora el clima de tensión con Latinoamérica, de hecho el propio presidente, Gustavo Petro, expresó su rechazo hacia las primeras medidas adoptadas por su homólogo estadounidense y aseguró que se trataba de un franco retroceso.
“No van los EEUU hacia la vanguardia del mundo sino a la retaguardia [sic]”, publicó a través de su cuenta oficial de X durante la noche del lunes.
Seguido instó a que Europa no fueran en la misma dirección, por lo que costos que tendrá para el futuro del mundo.