El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), reveló que la actividad económica en Colombia creció un 0,36% en noviembre de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior.
Sin embargo, este dato representa una desaceleración significativa frente al crecimiento del 2,9% registrado en octubre, marcando el ritmo más bajo desde junio de 2024, cuando el indicador cayó a -1,26%.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Este comportamiento refleja un freno en el dinamismo económico del país, impulsado principalmente por caídas en sectores clave como la industria y el agro.
De acuerdo con el Dane, el ISE ajustado por efectos estacionales y de calendario se ubicó en 121,35 puntos en noviembre, lo que representa un leve incremento del 0,58% frente al mismo mes de 2023, cuando alcanzó los 120,65 puntos.
Aunque el crecimiento se mantuvo en terreno positivo, la desaceleración es evidente al compararlo con el desempeño de meses anteriores. Este resultado se da en un contexto en el que la economía colombiana ya había mostrado señales de debilidad en otros momentos del año, como en marzo (-1,68%) y junio (-1,26%).
El análisis por sectores económicos muestra que las actividades primarias, que incluyen agricultura, ganadería, caza, silvicultura, pesca y explotación de minas y canteras, registraron una contracción del 1,70% en noviembre de 2024 frente al mismo mes del año anterior.
Este retroceso evidencia la pérdida de impulso del sector agropecuario, que había mostrado un mejor desempeño en meses previos.
Por su parte, las actividades secundarias, que abarcan la industria manufacturera y la construcción, también experimentaron una caída significativa, con un decrecimiento del 2,63% en comparación con noviembre de 2023. Este resultado refleja las dificultades que enfrenta el sector industrial, que ha sido golpeado por factores como la disminución de la demanda interna y externa, así como por los altos costos de producción.
En contraste, las actividades terciarias, que incluyen servicios como comercio, transporte, alojamiento y suministro de electricidad, lograron un crecimiento del 1,40%. Este grupo de actividades fue el único que presentó un desempeño positivo, aunque no logró compensar las caídas en los sectores primario y secundario.
Dentro de las actividades terciarias, algunos subsectores destacaron por su desempeño positivo. Según el Dane, las actividades relacionadas con la administración pública, defensa, educación, salud y servicios sociales registraron el mayor crecimiento, con un aumento del 12,6% frente a octubre de 2024. Este resultado refleja el impacto de las políticas públicas y los programas sociales en la dinámica económica.
Asimismo, el comercio al por mayor y al por menor, la reparación de vehículos, el transporte, el alojamiento y los servicios de comida mostraron un crecimiento del 8,9% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este desempeño positivo se atribuye a una mayor actividad en el sector comercial y de servicios, impulsada por la temporada de fin de año.
Otro subsector que destacó fue el de actividades profesionales, científicas y técnicas, así como los servicios administrativos y de apoyo, que crecieron un 8,8%. Estos resultados reflejan la resiliencia de ciertos segmentos del sector terciario, que han logrado mantener un desempeño sólido a pesar de las dificultades económicas generales.
Sin embargo, no todas las actividades terciarias lograron resultados positivos. El suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, junto con la distribución de agua y la gestión de desechos, registraron una caída del 2,8%. Este retroceso evidencia los desafíos que enfrenta este subsector, que es fundamental para el funcionamiento de la economía.
El desempeño de noviembre se suma a un año complicado para la economía colombiana, que ha enfrentado varios meses de crecimiento débil o incluso contracciones. Según el Dane, noviembre ocupa la primera posición entre los meses con los crecimientos más bajos de 2024, solo superado por marzo y junio, cuando la economía registró cifras negativas.
Este comportamiento se da en un contexto de incertidumbre económica global y desafíos internos, como la caída de la demanda en sectores clave y las dificultades en la producción agropecuaria e industrial. Además, los datos preliminares del ISE para noviembre sirven como antesala a los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre, que se publicarán en febrero de 2025. Estos resultados serán clave para evaluar el desempeño general de la economía colombiana en 2024.
El informe del Dane pone en evidencia la necesidad de medidas que impulsen la recuperación económica, especialmente en sectores como el agro y la industria, que han sido los más afectados por la desaceleración. Mientras tanto, el crecimiento en las actividades terciarias ofrece un respiro, aunque insuficiente para revertir la tendencia general de desaceleración.