En medio de la fuerte polémica por lo que sería el fracaso de la política de Paz Total del presidente Gustavo Petro, un documento revelado el domingo 19 de enero de 2025 desató una fuerte ola de críticas y controversia en el país: al mostrar cómo el consejero comisionado para la Paz, Otty Patiño, exmiembro de la guerrilla del M-19, al parecer autorizó a la Segunda Marquetalia, considerada un grupo terrorista, para desplazarse libremente por varias regiones.
La autorización, que comprendía el periodo entre el 1 y el 3 de julio de 2024 para que los insurgentes se movieran sin restricciones, estuvo respaldada por una comunicación oficial firmada por Patiño, por instrucción del jefe de Estado. Un suceso que despertó la indignación de algunos de los sectores de la oposición, en el entendido de que hasta el momento los diálogos están en una fase inicial, luego de que tuviera que reconfigurarse la delegación.
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Según reveló el citado medio, la Segunda Marquetalia obtuvo permiso para movilizarse desde Caracas, Venezuela, en donde se instaló la mesa de negociación el 24 y 25 de junio de 2024, con la presencia de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, hasta Bogotá; además de llevar a cabo desplazamientos a otras zonas del territorio nacional. Estos trayectos incluyeron varias estaciones estratégicas que, según describe la circular, contemplaban vuelos a Tumaco, en el departamento de Nariño, y a Puerto Asís, en Putumayo.
Desde estos puntos, miembros del grupo ilegal fueron transportados, al parecer, en helicópteros de la misión de verificación de la Organización de las Naciones Unidas hacia dos municipios adicionales, cuyos nombres no fueron detallados en el documento oficial al que tuvo acceso el medio.
Un hecho que tiene en el ojo del huracán al comisionado Patiño es la solicitud de una condición especial para este permiso. Noticias RCN informó que, como parte de este acuerdo, la Segunda Marquetalia pidió, como se adelantó, “la suspensión de operaciones militares, de inteligencia y policiales” durante los días en los que se llevaría a cabo el desplazamiento; es decir, no tenían sobre ellos ningún tipo de cerco o amenaza.
Este requerimiento fue aprobado y oficializado a través de una circular emitida el 28 de junio del mismo año.
Estos son los cabecillas de la Segunda Marquetalia mencionados
El documento también mencionó a los líderes del grupo que participaron en este movimiento y cuyas órdenes de captura estarían suspendidas. Entre los nombres destacan alias El Zarco Aldinever, alias Walter Mendoza, alias Allende Perilla y Alberto Cruz Lobo, hijo de alias Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo. La presencia de estas figuras, que son relacionadas con violaciones de derechos humanos y actividades ilícitas atribuibles al grupo guerrillero, por su actividad pasada, antes del Acuerdo de Paz de 2016, ha alimentado las críticas hacia el manejo gubernamental del proceso, pues se estarían dando concesiones a cambio de resultados que no se habrían generado.
De acuerdo con el referido medio, el permiso fue solicitado debido a la participación de miembros de Segunda Marquetalia en las mesas de diálogo de paz organizadas por el Gobierno nacional, y aunque esta intención viene de sufrir un duro revés, tras confirmarse el 17 de diciembre la ruptura de la Segunda Marquetalia. Las negociaciones tendrían como finalidad avanzar en acuerdos para la desarticulación del grupo en el marco de la política de “paz total”, una de las propuestas más discutidas dentro del actual gobierno.
Estas facilidades a un grupo catalogado como terrorista han sido objeto de duros cuestionamientos tanto por analistas en seguridad como por políticos de la oposición. La posibilidad de que el Estado cese actividades militares contra un grupo armado, aunque sea de manera temporal, causa cierta preocupación en cuanto a las medidas de control y vigilancia que se implementan en territorio nacional, como se puede resumir ante las duras reacciones en las redes sociales.
Lo más llamativo es que la ruta detallada y la participación de helicópteros de la ONU que darían cuenta un operativo logístico de gran envergadura que, entre otras, ha requerido coordinación internacional y estrictos protocolos de seguridad. Más aún cuando la delegación venía del país vecino de Venezuela, en donde se iniciaban formalmente los diálogos con el régimen de Nicolás Maduro como garante, ante la presencia del canciller Yván Gil y otros delegados de los llamados países acompañantes.
Es válido destacar que, pese al carácter confidencial con el que se manejaron estos permisos, aumenta la polémica por las facilidades a esta organización al margen de la ley, que se dividió tras la negativa de Márquez de continuar con los diálogos y la intención, por su parte, de la facción de Walter Mendoza. Aunque el Gobierno habría justificado estas acciones como necesarias para el éxito de las negociaciones, hasta el momento no se han entregado resultados que justifiquen lo que habría sido este accionar.