La situación de orden público es complicada en varias regiones del país, especialmente en la subregión del Catatumbo, además del departamento del Guavire, donde se cumplen más de 24 horas de enfrentamientos entre dos facciones de las disidencias de las Farc.
De hecho, en la mañana de este lunes 20 de enero se conoció que el más reciente combate armado entre los comandados por alias Iván Mordisco y alias Calarcá, dejó un saldo de veinte personas fallecidas en el municipio de El Calamar.
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Incluso, según información revelada por la revista Semana, los cuerpos, que corresponden a 15 hombres y cinco mujeres, fueron trasladados a la morgue de San José del Guaviare en una volqueta, en medio de una escalada de violencia que enfrenta a las estructuras.
El enfrentamiento se produjo de manera inesperada entre las estructuras 44 y 7, vinculadas a los líderes alias Mordisco y alias Calarcá, respectivamente. Este conflicto interno refleja una ruptura en las alianzas que alguna vez unieron a estas facciones en el marco del proyecto de “paz total” promovido por el Gobierno nacional.
Mientras los hombres de alias Mordisco decidieron abandonar las negociaciones, los de alias Calarcá optaron por continuar en la mesa de diálogo.
Ante la gravedad de los hechos, las autoridades han convocado un consejo de seguridad para analizar la situación de orden público en la región. Según las mismas fuentes militares, existe la posibilidad de que algunos de los cuerpos sean trasladados a la ciudad de Villavicencio, que cuenta con mejores instalaciones para realizar las necropsias correspondientes.
El enfrentamiento en Guaviare no solo evidencia la fragmentación de las disidencias de las Farc, sino también la complejidad de los conflictos armados en Colombia, donde múltiples actores armados luchan por el control territorial y de economías ilegales.
Según informes de inteligencia militar, las estructuras de alias Calarcá cuentan con aproximadamente 1.700 hombres, quienes también están involucrados en enfrentamientos con el ELN en otras regiones del país, como Norte de Santander.
Así se dio el enfrentamiento en el Guaviare
Los enfrentamientos entre los comandados por Mordisco y por Calarcá comenzaron el pasado sábado 18 de enero en el sector de Miravalle o San Miguel Alto.
De acuerdo con la información proporcionada por la Defensoría del Pueblo, los enfrentamientos involucran al Bloque Amazonas, liderado por alias Iván Mordisco, y a la estructura Jhon Linares del Bloque Jorge Suárez Briceño, comandada por alias Calarcá.
Ambas facciones forman parte de las disidencias de las Farc, pero pertenecen a estructuras diferentes dentro de este grupo armado ilegal. Aunque no se ha establecido con certeza el motivo de los enfrentamientos, se presume que el control territorial de corredores estratégicos podría ser la causa principal.
Sin embargo, la intensidad de los combates ha dejado a las comunidades locales en una situación de confinamiento. Según los reportes, los habitantes de la zona permanecen atrapados entre los dos bandos, sin posibilidad de desplazarse hacia lugares más seguros.
La Defensoría del Pueblo ha estado acompañando a la población desde el inicio de los enfrentamientos, brindando apoyo y monitoreando la situación.
En este contexto, la Defensoría recordó a los grupos armados su obligación de respetar a la población civil y cumplir con las normas del Derecho Internacional Humanitario. Sin embargo, hasta el momento, no se ha registrado ningún pronunciamiento oficial por parte de las Fuerzas Militares o la Policía Nacional en relación con estos hechos.
Estos enfrentamientos se suman a otro ataque armado ocurrido días antes en el departamento del Guaviare, atribuido al Frente 44 Antonio Ricaurte, también parte de las disidencias de las Farc. Según medios locales, este ataque tuvo lugar en una trocha de la zona rural de San José del Guaviare, la capital departamental.
En este incidente, patrullas del grupo GOES de la Policía, que se dirigían al sector de El Morro para desactivar un cilindro bomba, fueron emboscadas por integrantes del Frente 44.
Crisis humanitaria en el Catatumbo
Mientras tanto, en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, la situación de seguridad también es alarmante. Allí, las disidencias de alias Calarcá se enfrentan al ELN, generando una crisis humanitaria que ha sido denunciada por líderes locales.
Celso Rincón, personero del municipio de Teorama, expresó su preocupación por la falta de atención del Gobierno nacional a las advertencias realizadas desde las personerías municipales.
“Es una situación demasiado preocupante, para nada alentadora. Desde las personerías municipales habíamos alertado al Gobierno nacional y a las entidades competentes de que posiblemente esta situación que se está viviendo en el Catatumbo se podía presentar”, afirmó Rincón en declaraciones recopiladas por Semana.
Además, señaló que esta crisis pudo haberse evitado si se hubieran tomado medidas oportunas, recordando el antecedente histórico de los paramilitares en la región durante el año 2000.