La región del Catatumbo, en el departamento colombiano de Norte de Santander, vive una de las peores crisis humanitarias de su historia reciente. Los enfrentamientos entre la guerrilla del ELN y las disidencias de las Farc han dejado más de ochenta muertos, al menos veinte heridos y miles de desplazados.
Esta escalada de violencia, que comenzó el pasado jueves, ha provocado un éxodo masivo de campesinos hacia las cabeceras urbanas de Cúcuta, Ocaña y Tibú, e incluso hacia territorio venezolano.
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El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar dio el reporte actualizado en Blu Radio en la mañana del 20 de enero, donde anunció que los enfrentamientos han resultado en la muerte de más de ochenta personas. “Hoy en día tenemos un resultado muy triste: más de ochenta personas asesinadas, más de veinte heridos y personas que ha tocado evacuar por vía aérea para salvar sus vidas”, declaró desde Cúcuta, la capital departamental.
En respuesta a esta situación, el Ejército colombiano ha llevado a cabo operativos de rescate en zonas de conflicto. Este domingo, las Fuerzas Militares informaron sobre una operación de asalto aéreo en el caserío de La Gabarra (municipio de Tibú), donde lograron rescatar a un líder social y a un familiar suyo que eran perseguidos por integrantes del ELN.
El éxodo de campesinos
La guerra entre estas organizaciones armadas ha desatado el desplazamiento masivo de miles de personas. Según Villamizar, los desplazados se han concentrado principalmente en Cúcuta, Ocaña y Tibú.
En Ocaña, más de dos mil desplazados han encontrado refugio en el coliseo Argelino Durán Quintero y otros puntos de la ciudad, mientras que en Cúcuta el Estadio General Santander ha sido habilitado como albergue temporal, acogiendo a más de 4.700 personas hasta el domingo por la tarde. La situación no mejora: las autoridades anticipan la llegada de al menos tres mil personas más provenientes de municipios como Teorama.
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, informó que la ruta de atención a desplazados está activa. Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo se atendieron 2.790 personas en el albergue instalado en el estadio, mientras que 408 camas de hotel fueron ocupadas por familias desplazadas.
La defensora del pueblo, Iris Marín, calificó la situación como una de las peores crisis humanitarias enfrentadas por el Catatumbo. En solo cuatro días, los combates han provocado el desplazamiento de al menos 11.000 personas en municipios como Tibú, El Tarra, Convención, Acarí, Ábrego y San Calixto. Hasta el domingo por la tarde, se contabilizaban 5.065 desplazados en Cúcuta, 2.500 en Tibú y 2.178 familias desplazadas en Ocaña.
Además del desplazamiento masivo, también se reporta confinamiento en varias zonas rurales, incluidas comunidades indígenas como los Barí y el pueblo Yucpa. La Defensoría del Pueblo también ha denunciado agresiones indiscriminadas contra civiles, incluyendo amenazas, secuestros y ataques contra personas señaladas de colaborar con alguno de los grupos armados.
Poblaciones vulnerables en riesgo
Entre las víctimas de esta crisis se encuentran menores de edad, mujeres gestantes, personas con discapacidad y comunidades indígenas. Marín destacó que “hay muchos niños y niñas desplazadas, bebés confinados o secuestrados”, y subrayó la situación de los firmantes de paz, quienes también han sido objeto de amenazas y ataques. En los últimos días, cuatro firmantes de paz y sus familias fueron liberados tras haber sido sacados de un lugar de refugio.
El alcalde de Cúcuta enfatizó en la entrevista con Néstor Morales que el gobierno Nacional han enviado 490 kits alimentarios, pero que no alcanza a cubrir la demanda de desplazados que van llegando de las montañas del Norte de Santander.
“Hoy en la mañana llegaron 490 kits alimentarios, pero esto no alcanza para cubrir las necesidades básicas de todos”, expresó. Entre las principales necesidades se encuentran alimentos no perecederos, kits de aseo personal, pañales para niños, colchonetas y medicamentos.
Acevedo también anunció la apertura de una cuenta bancaria para recibir donaciones de empresas, particulares y quieren deseen ayudar a los desplazados por la violencia. Los organismos como la Cruz Roja y la Defensa Civil ya están en labores de recolección y distribución de ayudas.
“Esta situación necesita de la solidaridad de todos los colombianos. No podemos solos; requerimos la ayuda de todos para atender esta emergencia”, señaló.
Adicional, el mandatario reportó casos especiales como niños con varios problemas de salud, personas en condición de discapacidad y familias que denuncian haber perdido sus seres queridos en retenes ilegales. Lo que implica una problemática social en medio de la delicada situación que relacionan las áreas de la salud, educación, la seguridad y empleo.