La ciudad de Cali vive un nuevo capítulo en el eterno debate entre expresión artística y regulación urbana.
Este domingo 19 de enero, una jornada de arte urbano transformó los muros del puente del sector La Luna y otros espacios públicos de la ciudad con murales que honran la lucha de las madres de los desaparecidos buscados en La Escombrera de Medellín.
La frase central de las intervenciones, “Las cuchas tienen razón”, se convirtió en el lema de solidaridad con estas mujeres y su búsqueda de verdad y justicia.
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En respuesta, la Alcaldía de Santiago de Cali se pronunció mediante un comunicado oficial, calificando estas expresiones como “temporales” y asegurando que serán modificadas o sustituidas tras el desarrollo de acuerdos con las comunidades del sector.
“La Administración considera a las obras gráficas pintadas en esta jornada como expresiones temporales que serán sustituidas en consenso con la comunidad del sector”, afirmó la Alcaldía.
El movimiento de arte urbano en La Luna no es un hecho aislado. Este tipo de intervenciones han ganado protagonismo en ciudades como Medellín y Bogotá, donde colectivos de jóvenes y artistas han llevado a cabo acciones similares en espacios públicos.
En Cali, el mural “Las cuchas tienen razón” fue pintado como un acto de solidaridad con las madres de la Comuna 13 de Medellín, quienes durante años han denunciado desapariciones forzadas y exigen la recuperación de los restos de sus familiares en La Escombrera, considerada una de las fosas comunes más grandes de Latinoamérica.
La jornada fue impulsada por colectivos artísticos y sociales que han encontrado en el arte urbano una herramienta poderosa para dar voz a las luchas sociales y para conectar con las comunidades afectadas.
Desde la Secretaria de Paz y Cultura Ciudadana y la Secretaria de Cultura de Cali, se respaldó esta acción como una muestra de compromiso con el arte urbano como medio de reconciliación y construcción de tejido social.
A pesar del respaldo general al mural del puente de La Luna, la Alcaldía dejó claro que otras intervenciones realizadas en distintos puntos de la ciudad no seguirán el mismo camino. “Las demás intervenciones que se realizaron en otros lugares de la ciudad no hicieron parte del proceso que se desarrolla con los artistas urbanos de Cali, y por tanto estos lugares serán restaurados”, explicó la Administración.
Esta declaración resalta la necesidad de permisos y coordinación previa para la realización de murales en espacios públicos. En este sentido, la Alcaldía anunció que trabaja en una política pública que regule el arte urbano y garantice un equilibrio entre la libre expresión artística y las necesidades de los distintos actores urbanos, incluyendo comerciantes y residentes.
Reacciones de la comunidad y el futuro del mural
El mural de La Luna, con su poderosa declaración de apoyo a las madres de Medellín, ha generado un amplio debate en la ciudad. Mientras algunos sectores de la población consideran que estas obras son fundamentales para visibilizar luchas históricas y promover el arte en la ciudad, otros expresan preocupación por el impacto en la apariencia de los espacios públicos y el respeto a las normas establecidas.
Por su parte, los artistas involucrados en la jornada han pedido que se respeten las obras y que sean consideradas como parte integral de la identidad cultural de la ciudad. En Medellín y Bogotá, experiencias similares han demostrado que el arte urbano puede ser un vehículo para el diálogo social y la transformación de espacios en lugares de memoria.
El caso del mural en La Luna es un ejemplo más de cómo el arte urbano puede convertirse en un catalizador de debates importantes sobre memoria histórica, justicia social y regulación de los espacios públicos.
En Cali, el camino hacia el consenso aún está en construcción. La Administración Distrital enfrenta el reto de equilibrar las demandas de los artistas y colectivos con las preocupaciones de las comunidades locales y las normas vigentes.