Al menos 60 personas han sido asesinadas en diferentes municipios de Norte de Santander (región del Catatumbo) en medio de enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las Farc. Esto, luego de que se registrara una masacre de tres personas, integrantes de una misma familia, en el municipio de Tibú.
La guerra que se desató en la región causó pánico, por lo que, según reportes, cerca de 1.000 familias han dejado sus hogares con algunas pocas pertenencias, para encontrar refugio en otros municipios y ciudades más seguras. Miles de personas ya llegaron a Cúcuta, donde la alcaldía está atendiendo a los ciudadanos, aunque no cuenta con todos los recursos para garantizar alimentación y elementos básicos de cuidado personal.
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“Queremos acudir a la solidaridad del pueblo cucuteño. Necesitamos ropa en buen estado, para las mujeres y para los hombres, ropa interior nueva, pañales, útiles de aseo, en lo posible”, explicó el alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, desde el palacio municipal y ante varios medios de comunicación.
Una guerra que se recrudece
Mientras miles de habitantes de la región del Catatumbo se ven obligados a abandonar sus territorios, desde las disidencias de las Farc estarían instando a la población a enfrentar al ELN. De acuerdo con una grabación revelada por el periodista cucuteño Jhon Jácome y por El Tiempo, que correspondería a Carlos Eduardo García Téllez, alias Andrey Avendaño, comandante del Frente 33 de las disidencias, el recrudecimiento del conflicto debe afrontarse.
“A nosotros nos impusieron una guerra y hay que librarla con quien nos la impuso, no con el pueblo que tantas veces nos ha apoyado (...). Esta guerra la vamos a seguir librando con altura y con responsabilidad, pero sobre todo con determinación y entrega. A todos los guerrilleros de las Farc, a los milicianos y a cada uno de los que pueden escuchar este audio, convocarlos a tener mucha moral”, indicó alias Andrey.
Aseguró que para poder hacer frente al ELN y buscar “la defensa de la vida”, se necesita de los guerrilleros de las disidencias, de los militantes del Partido Comunista Clandestino Colombiano, de líderes y lideresas sociales, y defensores de derechos humanos. “Ya no se trata de defendernos, sino que se trata de contrarrestar. Lo primero que hay que tener es moral, moral de combate”, afirmó.
Desde su perspectiva, las disidencias de las Farc, siendo que buena parte de sus integrantes hicieron parte de las extintas Farc-EP, tienen una trayectoria de “resistencia” y de una supuesta lucha para favorecer a la población civil, sobre todo, en la región del Catatumbo.
“Cada uno de los que en este momento están en la búsqueda de objetivos, hay que hacer la convocatoria, hacer el llamado, a todas nuestras unidades que tienen actividad militar hay que recomendar. Cuidado con la población civil, que nada tiene que ver en el conflicto”, precisó el jefe guerrillero en la grabación.
La masacre de la familia en Tibú que habría desatado la guerra
Según explicó el alto consejero para la Paz en Norte de Santander, Luis Fernando Niño, el asesinato de Miguel Ángel López, que administraba una funeraria en Tibú; Zulay Durán Pacheco, su esposa; y Miguel Herney López Durá, su bebé, pudo ser el detonante de la guerra entre el ELN y las disidencias de las Farc en el Catatumbo.
La labor del padre de familia, que se encargaba de recoger, preparar y sepultar cuerpos en el municipio, habría sido considerada un problema para los actores armados que allí operan. Pues, en las últimas semanas, Miguel Ángel López hizo el levantamiento de cuerpos de personas que, al parecer, fueron asesinadas por el ELN, debido a que, presuntamente, integraban el Frente 33 de las disidencias.
Por su trabajo, entonces, habría sido asesinado junto con su familia y, posteriormente, se recrudeció el conflicto armado entre ambas estructuras armadas.