Los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc en la región del Catatumbo –ubicada en el noreste del departamento de Norte de Santander y una pequeña parte al suroeste del departamento del Cesar– tienen en vilo a la población civil.
De acuerdo con los informes preliminares, este tipo de confrontaciones han provocado el desplazamiento de 280 pobladores, 39 muertes, 13 personas heridas y reportes de al menos 7 individuos reportados como desaparecidos.
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Como respuesta, las Fuerzas Militares han ordenado el despliegue de personal en varias zonas de la región, el presidente Gustavo Petro anunció la suspensión de los diálogos de paz con el ELN y encabezó un consejo de paz y seguridad en Tibú, Norte de Santander.
Mientras los enfrentamientos continúan, en redes sociales se han vuelto virales algunos videos en los que se observa a pobladores del Catatumbo retirándose de sus tierras para no quedar en medio del fuego cruzado, lo que ha generado indignación a nivel nacional.
Debido al contexto actual, en diálogo con Infobae Colombia, el docente y escritor Javier Osuna, que ha realizado varias investigaciones en el Catatumbo y ha escrito los libros Hornos crematorios en el Norte de Santander y Me hablaras del fuego y cartas de ceniza, explicó por qué es tan importante está región para los grupos armados.
En primer lugar, Osuna indicó que no se trata de una problemática actual, sino una disputa territorial que se registra desde los 80 y volvió a incrementar durante el auge de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
“Se trata de una zona del país en la que han confluido actores armados de distintas ideologías y donde el ejército ha sido un agente determinador de guerra. La historia reciente habla del auge de la violencia paramilitar entre 1998 y 2004; sin embargo, desde las últimas 50 décadas esta zona del país ha estado en constante daño a la población civil”.
El escritor afirmó que el Gobierno nacional ha sido responsable de que los grupos armados tengan tanto poder en ese territorio, puesto que además de la violencia, es una zona olvidada por el Estado.
“Han visto como los actores armados imponen su ley sin que el Gobierno nacional y la fuerza pública tenga una presencia eficaz. Se habla de la necesidad del ejército, pero los municipios que hacen parte del Catatumbo, claman también por los derechos fundamentales que no tienen”.
Sobre la importancia del Catatumbo, explicó que los cultivos y las rutas para transportar narcóticos han provocado que se registren confrontaciones constantes, que después del proceso de paz con las AUC (2024) y las Farc (2016) ha cobrado mayor importancia.
“Es estratégicamente importante por los cultivos y el tránsito de la droga. Ha visto violencia de procesos de negociación como el de Justicia y Paz. No es una coincidencia que puntos como banco de arena fueran epicentro de control en la época de las AUC. Hoy vivimos una situación muy delicada en la que existe presencia del ELN, disidencias de las Farc y también firmantes del acuerdo que varios de ellos han sido asesinados por el ELN”, indicó Osuna.
Para explicar por qué los procesos de paz han sido negativos para este territorio, Osuna indicó que no es negativo hablar de paz, pero que el incumplimiento de los dos acuerdos mencionados ha provocado que los firmantes y desmovilizados queden expuestos.
“La situación es delicada porque el proceso de La Habana como el de Justicia y Paz han traído situaciones negativas para la población civil. Es un hecho que el fracaso del incumplimiento de los acuerdos ha llevado a que se registre un resurgimiento de disidencias, lo que pone en peligro a las poblaciones y los firmantes que apostaron por la sustitución de cultivos”.
Por último, el docente entregó un mensaje poco alentador, puesto que aseguró que el paso de los años ha provocado que narcotraficantes también busquen el poder territorial del Catatumbo y de esa forma se han sumado más estructuras criminales que se disputan la supremacía de la zona.
“El panorama es complicado, es desolador por la impunidad y lamentablemente el interés económico del Catatumbo por la droga es fundamental para los actores armados más allá de su ideología. Como consecuencia de Justicia y Paz, también existen rearme de paramilitarismo con estructuras que tienen interés de narcotraficantes”.