Además del conflicto que protagoniza con Ucrania, Rusia también tiene diferencias con otros países como Rumania, que mantiene a su fuerza pública pendiente de cualquier tipo de accionar que pueda comprometer la seguridad de sus pobladores.
Es por ello por lo que en julio de 2024 las autoridades en Rumania capturaron al colombiano Luis Alfonso Murillo, que fue detenido en el momento que estaba documentando una zona de Bragadiru con el objetivo de presuntamente preparar una acción de sabotaje a las tuberías de gas y pozos de petróleo en la zona por orden de Rusia.
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Las autoridades de este país informaron en ese momento que el colombiano utilizaba métodos de reclutamiento a través de redes sociales; sin embargo, desde la detención de latino no se había expuesto más información sobre su caso.
El 18 de enero EFE informó que el colombiano de 34 años será juzgado bajo la acusación de haber orquestado planes de sabotaje orquestados por Rusia en territorio rumano
“El hombre de 34 años está detenido y sus hechos tenían el potencial de poner en peligro la seguridad nacional al generar una situación de particular riesgo para objetivos industriales ubicados en el distrito de Ilfov”, informó Octavian Dan, portavoz de la policía en Rumania.
De acuerdo con las autoridades rumanas, se adelantó una investigación en la que se descubrió que el sudamericano tenía la labor de ser el atacante o provocador de una operación delictiva, pero fue interrumpido antes de que pudiera poner en peligro a la población civil.
A pesar de que no presentaron el material probatorio, las autoridades indicaron que tienen certeza de que Murillo hace parte de una red de saboteadores que opera en varias naciones de Europa y reciben diferentes misiones por medio de intermediarios del servicio secreto de Rusia.
“Estaba investigando a fondo el área cercana a un almacén de reciclaje ubicado cerca de una serie de sitios que podrían equipararse a infraestructuras críticas”, informó el uniformado rumano, que reveló que el colombiano tenía en su poder fotografías e indicaciones explícitas sobre lo que tenía que hacer.
Sobre los presuntos lugares que podrían haber sido afectados por Murillo, se indicó que hay indicios de que se trataba de un terreno en Bragadiru que queda cerca a varias infraestructuras y torres de comunicaciones y que se mencionaban las palabras “incendiar” y “explotar” en las indicaciones que tenía el latino.
Debido a que no es la primera vez que se registra un hecho de esta índole, en Rumania la policía ha informado que este tipo de accionar hace parte del arsenal de técnicas híbridas que utilizan en Moscú, principalmente en países que hacen parte de la Otan.
Además del incidente protagonizado por el colombiano, Rumania desplegó su fuerza armada luego de que se detectara la presencia de dos drones rusos en su territorio, pero luego se confirmó que se trataba de objetos que se dirigían a Ucrania para llevar a cabo un nuevo ataque.
“El respeto a la soberanía, la seguridad y la paz son obligaciones que la Federación Rusa viola sistemáticamente y sin provocación”, indicaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rumania.
El reporte sobre la ubicación de los drones se registró sobre la 1:46 a. m., lo que incluyó un mensaje a la población civil de Tulcea, cerca de la frontera de Ucrania, a quienes les sugirieron refugiarse en zonas seguras ante el riesgo de que pudieran caer objetos contundentes en la región.
De la misma forma, el Ministerio de Defensa de Rumania anunció que sus sistemas de monitoreo y vigilancia habían reportado violaciones del espacio aéreo rumano por parte de dos aviones F-16; sobre las 3:30 a. m. se declaró el fin de las medidas de alerta.