El campus de Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia fue escenario de una protesta este jueves 16 de enero, que se ha extendido hasta hoy, cuando colectivos feministas decidieron clausurar simbólicamente el espacio donde se llevan a cabo los denominados “Jueves de Freud”.
La acción se realizó como una forma de rechazo a lo que consideran una falta de seguridad y respeto hacia las mujeres dentro de la institución.
Según informó el colectivo Jacarandas, la protesta surge tras una denuncia de abuso sexual ocurrida en diciembre del 2024 durante una de estas actividades, ya de por sí polémica, pero “rodeada de desinformación y falsa consensualidad”, según la víctima y los mismos colectivos.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
De acuerdo con lo reportado, la denuncia inicial señalaba que una mujer había sido víctima de agresión sexual en el último “Jueves de Freud” del año pasado. Aunque posteriormente se indicó que la víctima se había retractado, afirmando que el encuentro había sido consensuado, el colectivo Jacarandas aseguró haber recibido directamente la denuncia y reafirmó que se trató de un caso de agresión.
Este hecho ha generado indignación entre diversos grupos feministas, quienes exigen medidas concretas para garantizar la seguridad de las mujeres en el campus.
En respuesta a esta situación, los colectivos feministas llevaron a cabo una intervención en las instalaciones de la universidad.
Según consignó el colectivo, colocaron carteles en la entrada del campus con mensajes como “Cada jueves, agreden y acosan a mujeres”. Esta acción busca visibilizar lo que consideran un patrón de violencia de género que, según ellas, se ha normalizado en el contexto de estas actividades académicas y culturales.
El espacio conocido como “Jueves de Freud” ha sido tradicionalmente un punto de encuentro para debates y actividades relacionadas con la cultura interna de la Universidad y espacio para el esparcimiento.
Sin embargo, los recientes acontecimientos han puesto en el centro del debate la necesidad de revisar las condiciones en las que se desarrollan estas actividades, así como de implementar protocolos efectivos para prevenir y atender casos de violencia de género en la universidad.
Aunque hasta el momento no se han emitido declaraciones oficiales por parte de las autoridades universitarias sobre este caso en particular, la protesta de este jueves refleja el creciente descontento de las estudiantes y activistas frente a lo que consideran una falta de acción por parte de la institución.
El colectivo Jacarandas, que ha liderado esta denuncia, enfatizó la importancia de escuchar a las víctimas y de no minimizar las denuncias de agresión sexual. Según detallaron, su objetivo principal es que se reconozca la gravedad de estos hechos y que se tomen medidas concretas para evitar que se repitan.
Las estudiantes y colectivos feministas han señalado que, a pesar de los avances en la discusión pública sobre estos temas, las instituciones educativas aún tienen un largo camino por recorrer en términos de prevención, atención y sanción de este tipo de casos.