El gobierno de Gustavo Petro anunció la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras una escalada de violencia en el Catatumbo que dejó decenas de muertos y desplazados.
Los delegados de la mesa de negociación, Vera Grabe e Iván Cepeda, respaldaron la decisión y pidieron al grupo armado demostrar voluntad de paz.
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Otro factor clave para la suspensión fue una denuncia sobre un presunto plan del ELN para asesinar al asesor de paz, Álvaro Jiménez. Según el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, la orden habría sido emitida directamente por el Comando Central (Coce) de esta guerrilla.
Este hecho ha generado rechazo y condena por parte de las autoridades, quienes exigen explicaciones claras y acciones concretas por parte del grupo insurgente.
“Esto son crímenes de guerra”
Vera Grabe, jefa de la delegación gubernamental en la mesa de diálogos, señaló que los esfuerzos realizados durante los últimos ocho meses para avanzar en el proceso se han visto afectados por los recientes ataques del ELN.
“Nos estábamos disponiendo a retomar temas clave como la participación y el cese al fuego, cuando aparece esto que estaba cantado y que es grave porque involucra personas en estado de indefensión. Eso son crímenes de guerra”, afirmó Grabe.
La delegada también destacó que los encuentros previos, incluso en Caracas, habían sentado las bases para una negociación más amplia. Sin embargo, la falta de compromiso del ELN, evidenciada en la intensificación de los enfrentamientos en el Catatumbo, truncó estos avances.
“El ELN tiene que demostrar voluntad de paz”
El senador Iván Cepeda, integrante de la delegación, afirmó que el ELN debe alinear sus acciones con un compromiso claro de paz. “El ELN tiene que expresar de una vez por todas su intención, voluntad y decisión de llegar a la paz en este momento de la vida histórica del país”, declaró Cepeda en un video difundido en su cuenta de X.
Cepeda subrayó que el gobierno ha mostrado disposición para avanzar en el proceso, pero que las recientes agresiones en Catatumbo, además de otros actos violentos en regiones como el Chocó, muestran que el ELN no cumple con los mínimos necesarios para continuar con los diálogos.
La región del Catatumbo ha sido escenario de enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc, dejando muertos, entre ellos civiles, líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz. Además, los desplazamientos masivos y el confinamiento de comunidades han agravado una crisis humanitaria que afecta a miles de personas.
La suspensión de los diálogos ocurre en un contexto en el que el país busca avanzar hacia la paz, pero los recientes hechos cuestionan la viabilidad de estas negociaciones. Los delegados destacaron que la paz requiere acciones concretas de todas las partes involucradas.
“Lo botaron por la caneca”
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, calificó en una entrevista con W Radio las recientes acciones del ELN como una “barbaridad” y un “crimen de guerra”, destacando la gravedad de la crisis humanitaria desatada en el Catatumbo.
Según el funcionario, el grupo armado llevó a cabo ataques coordinados que incluyeron la persecución de líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz, quienes ya se encontraban reincorporados a la vida civil.
Cristo subrayó que estas acciones no solo violan los derechos humanos, sino que también constituyen un acto deliberado que contradice los principios básicos de cualquier proceso de negociación. “Es inaceptable que una guerrilla que está sentada en una mesa de negociación actúe de esta manera contra la población civil”, afirmó el ministro.
El funcionario fue contundente al señalar que el ELN ha “botado a la caneca de la basura las posibilidades de una negociación de paz”. Aunque el gobierno ha tomado medidas para proteger a las comunidades afectadas y ha demostrado su compromiso con la implementación del proceso de paz, las recientes acciones del ELN han puesto en duda la continuidad de los diálogos.
A pesar de la gravedad de la situación, Cristo aseguró que la política de Paz Total promovida por el presidente Gustavo Petro no ha fracasado. El ministro reconoció avances en algunas regiones del país, aunque enfatizó la necesidad de revisar y ajustar la estrategia para obtener resultados más efectivos.
“Es fundamental establecer compromisos claros, porque cada situación regional es distinta y tiene responsables diferentes”, concluyó.