Más de 30 personas fueron asesinadas en la región del Catatumbo (Norte de Santander) el 16 de enero de 2025, luego de que el ELN incursionara en varios municipios atacando a integrantes del Frente 33 de las disidencias de las Farc. En medio de los combates que surgieron entre las guerrillas, la población civil terminó siendo el blanco.
Los reportes de los hechos indican que varios civiles fueron víctimas de homicidio, al igual que algunos firmantes de paz. Asimismo, se registraron secuestros, desplazamientos forzados y confinamientos de los habitantes. Incluso, según denunciaron los habitantes, guerrilleros del ELN ingresaron a la fuerza a las casas de los ciudadanos para buscar a líderes sociales, excombatientes de las extintas Farc y familiares de los disidentes.
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“Es muy preocupante la situación, realmente hay mucha frustración de las comunidades por no poder salir; se encuentran en un estado de confinamiento, los enfrentamientos entre los grupos realmente nos ha dejado un derramamiento de sangre que esperamos nunca volver a tener en nuestra región, hechos de violencia que nos han marcado durante estos dos días”, aseguró el alcalde de Tibú, uno de los municipios afectados por la incursión armada del ELN.
Ante los graves crímenes cometidos por la guerrilla, el presidente Gustavo Petro suspendió las conversaciones de paz, con las que pretendía poner fin a una parte de la guerra interna en Colombia. Sin embargo, la delegación del Gobierno nacional en la mesa de negociación con el ELN informó que perseverarán en continuar con los diálogos, únicamente, con la condición de que el grupo armado muestre voluntad y brinde garantías.
El anuncio de Luis Gilberto Murillo: abordaje ante la ONU
Así las cosas, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, se pronunció asegurando a las acciones criminales de la organización ilegal representan un “golpe al anhelo de paz” en el país, que ha intentado alcanzarse durante décadas. Resaltó los esfuerzos del Gobierno de Gustavo Petro por trabajar de manera conjunta con la guerrilla para poner fin a la guerra.
No obstante, a su juicio, el ELN ignoró el llamado de la comunidad internacional por negociar un nuevo cese al fuego bilateral y continuar con las negociaciones. Así lo solicitó el Consejo de Seguridad y el secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
Por eso, anunció que pondrá en conocimiento las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el grupo armado desde Estados Unidos. “La próxima semana en la ciudad de Nueva York, abordaremos estos hechos en nuestra participación en la sesión del Consejo de Seguridad de @ONU_es, donde se presentará el más reciente informe trimestral de la Misión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia, cuyo mandato incluye tanto la implementación del Acuerdo Final de Paz del 2016 como el monitoreo y la verificación del cese al fuego con el ELN”, precisó.
Mientras el Gobierno nacional y la fuerza pública toman decisiones sobre las acciones a tomar para la protección de la integridad y la vida de los habitantes de Norte de Santander, las negociaciones de paz quedaron sepultadas hasta nuevo aviso, algo que los políticos colombianos ven favorable para el país.
De acuerdo con la congresista Esmeralda Hernández, la falta de voluntad de paz del ELN era evidente y, por ende, la suspensión de los diálogos era necesaria. De hecho, recordó que en anteriores administraciones, que buscaron alcanzar la paz, la guerrilla demostró estar al margen de una verdadera conversación con los gobiernos.
“Volvieron a defraudar al país. Su constante violación a los DDHH en regiones como el Catatumbo no puede tolerarse bajo ningún motivo. Total respaldo a la decisión del pdte @petrogustavo de suspender el diálogo con ese grupo”, precisó.