Un episodio en su familia marcó profundamente la vida de la actriz e imitadora paisa Luz Amparo Álvarez.
Durante una entrevista en el pódcast Sinceramente Cris, con la periodista Cristina Estupiñán, la exjurado del programa de televisión Yo me llamo compartió una historia sobre su padre, que fue víctima de un error médico que casi lo lleva a la tumba cuando era joven.
Según contó la comediante, cuando su padre tenía 12 años, fue declarado muerto debido a lo que en ese momento se conocía como catalepsia, una condición que simula la muerte al detener temporalmente sus funciones corporales.
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“Mi papá tenía una condición muy especial cuando tenía 12 años que lo iban a enterrar vivo y en esa época se decía que era catalepsia”, contó la humorista.
La exjurado del programa Colombia ríe reveló que su padre fue rescatado antes de ser enterrado, pero el incidente dejó secuelas permanentes en su salud.
“Cuando volvió, no sabía caminar ni hablar, tuvo que empezar a hablar de cero, a caminar, todo, y mi papá nunca recobró el movimiento, o sea su motricidad, al 100%, ni su forma de hablar tampoco”, explicó la actriz.
Aunque nunca recuperó completamente su motricidad ni su capacidad de hablar con claridad, su familia encontró en el humor una forma de sobrellevar las dificultades.
Este suceso no solo transformó la vida de su padre, sino también la dinámica familiar. Luz Amparo recordó cómo su madre asumió un papel fundamental en el cuidado de su esposo, mostrando una fortaleza admirable. “Mi mamá siempre lo cogió de gancho y esa fortaleza, esa firmeza, ella era una mujer muy bonita, a veces era ‘¿qué hace con don Leo?’, mi papá no tenía equilibrio y no habla bien. A veces decía: ‘está borracho’, y yo decía: ‘no, no está borracho’”, contó al programa citado.
A pesar de las adversidades, la familia encontró en las risas una forma de enfrentar los retos. Álvarez compartió anécdotas de su infancia, como cuando su padre perdía el equilibrio y ambos terminaban en el suelo, riéndose de la situación. " Mi papá se caía, perdía el equilibrio y se caía. A veces me llevaba de la mano, yo chiquita, y se caía, entonces él me tumbaba y se moría de la risa (...) Aprendimos a reírnos de lo más difícil, de lo más fuerte, y a encontrarle lo bonito a todo”, añadió.
Según explicó en la entrevista, su padre, a pesar de sus limitaciones físicas, le enseñó a encontrar el humor incluso en las situaciones más difíciles. Este aprendizaje se convirtió en una herramienta clave para enfrentar los retos de la vida y, eventualmente, para construir su carrera como actriz e imitadora: “El buen humor viene de mi papá y mi mamá también, es que eran una pareja muy especial”.
Además, la humorista destacó el papel de su madre como un ejemplo de amor verdadero y resiliencia. “Mi mamá era muy sabia (...) mi mamá siempre tenía una respuesta muy tranquila, muy acertada, muy sensata. Una mujer que siempre me enseñó a no vivir por lo que dicen los demás ni por lo que piensan los demás, y creo que eso me ha ayudado mucho porque muchas personas viven por lo que dicen los demás, por lo que piensan los demás. Mi mamá me enseñó que no, que debía ser una buena persona, no hacer el mal, pero que yo tenía que ser fiel a mis convicciones”, afirmó.
Por último, la paisa confesó que cuando su padre murió, ella se encontraba en Bogotá y no logró despedirse de él; sin embargo, conserva todos los recuerdos que vivieron juntos en familia: “Yo estaba en Bogotá y mi papá se murió, y yo no pude despedirme de él, o sea, no pude llamar, no pude hablarle. Yo estaba en una feria en Bogotá y todo el mundo me llamaba, me llamaba, y nadie me podía localizar porque mi celular estaba descargado. Entonces, cuando veo a mi papá... bueno, en la morgue, o sea, tuve que viajar y ese viaje se me hizo eterno. Fue muy duro, y entonces a mí siempre me quedó eso, ese dolor. Hasta años después, cuando me dio neumonía, me dio de todo, y todo el mundo decía: ‘Usted tiene que despedirse de su papá’. O sea, yo nunca lo había despedido”.