A propósito de la excarcelación de Carlos Correa, defensor de los derechos humanos, el presidente colombiano Gustavo Petro reaccionó a la noticia, señalando que esta coincide con una serie de treguas que a nivel mundial se han dado, apaciguando el panorama global.
El mandatario colombiano pidió al régimen de Maduro que libere a los colombianos que están detenidos, al parecer, por razones políticas.
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“Ha sido liberado el defensor de derechos humanos Carlos Correa en Venezuela. Cuando la tregua entre Hamas e Israel habla de la liberación de centenares de rehenes de una y otra parte; cuando Cuba ha liberado a más de 500 prisioneros, es importante para la paz en las Américas que Venezuela libere todas las personas detenidas en el marco de las elecciones y las post elecciones, incluidos los 12 colombianos detenidos en su territorio. Que las Américas sean tierra de libertad sin presos políticos”, escribió en su cuenta de X.
De momento, no se han conocido detalles sobre las identidades de los doce ciudadanos colombianos que el presidente Petro asegura fueron detenidos en el vecino país.
La liberación de Carlos Correa: Una victoria en medio de la tensión
El activista y periodista Carlos Correa, director de la ONG venezolana Espacio Público, fue excarcelado este 16 de enero tras varios días de incertidumbre que comenzaron con su detención en Caracas. Su liberación marca un hito en un episodio que ha generado reacciones a nivel nacional e internacional, destacando los retos que enfrentan los defensores de derechos humanos en Venezuela.
Correa había sido detenido el pasado 7 de enero por individuos encapuchados que lo interceptaron cuando salía de su lugar de trabajo. Su desaparición inicial generó una ola de preocupación entre su familia, organizaciones de derechos humanos y gobiernos extranjeros. Durante los días posteriores, su paradero fue un misterio, mientras su esposa, Mabel Calderín, y Espacio Público exigían respuestas claras de las autoridades.
Uno de los aspectos más preocupantes del caso fue el estado de salud de Correa, quien requiere tratamiento médico constante debido a padecimientos crónicos. Su esposa denunció que la falta de acceso a él durante su detención agravaba el riesgo para su vida, y demandó información sobre su ubicación y condiciones.
En medio de esta situación, trascendió que Correa había sido presentado ante un tribunal antiterrorista, aunque no se ofrecieron detalles claros sobre los cargos imputados. La participación del fiscal de delitos económicos Alirio Mendoza en el caso generó más interrogantes que respuestas, aumentando la preocupación de familiares y observadores sobre la transparencia del proceso.
La detención de Correa provocó una respuesta inmediata por parte de organizaciones de derechos humanos, gobiernos extranjeros y colectivos ciudadanos que exigieron su liberación. Espacio Público, la organización que dirige, lideró los esfuerzos para visibilizar su situación, mientras que personalidades y organismos internacionales se unieron a la causa.
El desenlace positivo de este caso, con la liberación de Correa, fue recibido con alivio, aunque también dejó en evidencia las condiciones adversas a las que están expuestos los activistas en Venezuela. Espacio Público expresó su gratitud hacia quienes apoyaron la causa, reafirmando su compromiso con la defensa de la dignidad humana y los derechos fundamentales.
Si bien la liberación de Correa representa un triunfo significativo, el panorama para los defensores de derechos humanos en Venezuela sigue siendo incierto. Este caso evidencia la necesidad de continuar exigiendo garantías para el ejercicio de la labor de activismo y periodismo independiente en el país.
La historia de Carlos Correa es un recordatorio de los riesgos que implica desafiar sistemas que restringen las libertades fundamentales. Su regreso a la libertad no solo devuelve tranquilidad a su familia y colegas, sino que también refuerza la determinación de quienes siguen oponiéndose al régimen.